Normalmente, en la segunda quincena de marzo se hace “oficial” el inicio de la primera temporada de lluvias, situación que está asociada con el comportamiento histórico de las regiones Andina y Orinoquía en donde, los datos y el comportamiento medio de los sistemas meteorológicos que la definen, soportan ese comienzo de la temporada de lluviasdel primer semestre del año.
Sin embargo, de manera reciente durante algunos días de febrero y en el comienzo de marzo, se registraron lluvias fuertes con impactos significativos particularmente en algunas zonas del centro y sur del país. Ejemplo de ello, la granizada “atípica” del martes 10 de marzo en Bogotá, con algunas complicaciones, pero por fortuna con daños y pérdidas que no fueron graves, más allá de lo impactante del evento.
Dicha situación, en el final de la temporada de menos lluvias y la persistencia en la actividad de sistemas meteorológicos sobre el país, ha “empatado” con el inicio de la primera temporada de lluvias en los departamentos andinos y en los llanos orientales.
Pero nos podríamos preguntar, ¿comienza también dicha temporada lluviosa en el resto del país?aún no, para algunos sectores del centro y norte de la región Caribe.En lo que queda de marzo y buena parte de abril prevalecerán allí condiciones secas, estimando que las lluvias lleguen hacia el final del cuarto mes del año, incrementándose progresivamente hacia mayo, con probabilidad de algunos aguaceros. Sin embargo, se señala que climatológicamente hablando, el mes de mayores volúmenes de precipitación en la costa suele ser octubre, coincidiendo en cierta forma con la época de mayor actividad de ciclones tropicales.
La región Pacífica siendo una zona en donde las precipitaciones son muy frecuentes,presentará un ligero aumento gradual durante abril y mayo, siendo el área del país en donde se esperan los mayores volúmenes y con ello la mayor propensión a eventos súbitos. Por su parte, para la Amazonía más allá de que en el primer trimestre del año se tuvieron cantidades importantes de lluvia, se prevé también un incremento en abril, alcanzando los valores más altos hacía mitad del año.
Otras zonas del país en donde se esperan lluvias significativas,son las áreas de vertiente de Meta, Cundinamarca, Boyacá, Casanare, Caquetá y Putumayo. Así mismo, las zonas de montaña de Antioquia, Santanderes y del Eje Cafetero.
Preocupa un poco los efectos progresivos de las lluvias en la salud, pues es bien sabido que suelen incrementarse los casos de afectación en vías respiratorias, lo que en un momento dado podría confundirse y exacerbar si se quiere, el nivel de alarma que se tiene frente al COVID-19 en el país. Por lo anterior, se deben establecer los mecanismos de prevención y tomar atenta nota de la sintomatología o rasgos característicos asociados al Coronavirus, a fin de no causar congestión hospitalaria.
En temporadas de lluvia se presenta un incremento en la amenaza, principalmente por movimientos en masa, crecientes súbitas, avenidas torrenciales, vendavales, rayos yanegamientos en zonas urbanas. ¡El llamado a activar los planes de contingencia en función de la prevención!