Colombia enfrenta ahora el reto de recuperar el control sobre su frontera, fortalecer una política de seguridad debilitada por la pérdida de capacidad de las Fuerzas Armadas, proteger a los miles de víctimas que está dejando esta crisis y, finalmente, definir cuál será la relación futura con la dictadura vecina. Superar esta situación será un desafío mayúsculo, y esta crisis marcará tanto los resultados electorales de 2026 como el futuro político del país.
En otras palabras, nos vieron la cara de tontos a los colombianos. La realidad es que, ante la negativa de la reforma tributaria por parte del Congreso, se inventaron una conmoción para sacarla por decreto.
Me gustan los ritos existenciales porque en ellos encuentro comunidad. Son momentos en los que compartimos tiempo y espacio con quienes amamos, con quienes nos acompañan en el camino. Al celebrar, recordar o simplemente estar juntos, reafirmamos que no estamos solos.
Haría bien a la nueva gestión de la canciller recordar que la diplomacia no es solo el arte de resolver problemas, sino de anticiparlos, y que una falla en esto último puede ser fatal.