La llamada línea de Kármán, situada a 100 kilómetros de altitud, se utiliza de forma convencional para delimitar el comienzo del espacio exterior.
En el documento indican que el final del mundo se dará por el impacto del Sol sobre la atmósfera.
Investigadores de la Universidad de Múnich indicaron que la rotación de la Tierra se está desacelerando de forma gradual.
Durante las primeras horas del viernes, los madrugadores y amantes del cielo tendrán un regalo especial: una formación cósmica que recuerda, curiosamente, a una carita feliz.