En Colombia, el cáncer de mama es considerado la primera causa de enfermedad y muerte por esta patología entre mujeres de 50 a 64 años. Se calcula que cerca de 14 mil de ellas son diagnosticadas y más de 3.700 fallecen cada año en el país, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).

Un verdadero problema de salud pública cuya incidencia y mortalidad van en aumento porque el 80% de las mujeres con cáncer de mama no presentan factores de riesgo y las estrategias orientadas a la prevención de la enfermedad son limitadas, entre ellas las mamografías periódicas para la población femenina de 50 a 69 años.

Como hoy ocurre con otras enfermedades crónicas no transmisibles, la pandemia de coronavirus redujo entre 50 y 80% la atención y detección oportuna del cáncer de mama. Una preocupante situación que podría originar una nueva crisis sanitaria, especialmente en la región más golpeada a nivel global por la Covid-19: América Latina, donde se estima la muerte de hasta medio millón de personas por el virus en 2020.

La Liga Colombiana Contra el Cáncer, a lo largo de sus 60 años, ha insistido en la importancia de la detección temprana asociada a un tratamiento oportuno, eficiente y continuo como la fórmula más eficaz para salvar vidas. Sin embargo, el impacto de la pandemia ocasionó una caída abrupta en la asistencia de las mujeres a sus exámenes de control, así como una importante disminución en el número de mamografías y biopsias por las medidas de confinamiento y precaución adoptadas por el coronavirus. De persistir esta tendencia, se prevé un aumento en la gravedad de los casos detectados, además de los decesos.

Más de 92 mil mamografías se dejaron de practicar este año. Un rezago equivalente a pérdidas de oportunidad de vida y bienestar por la no detección temprana para miles de mujeres. En el caso de las biopsias de cáncer de mama, el registro del Sistema de Información Social (SISPRO) no es muy distinto. Entre enero y mayo no se hicieron 5.545 de estos procedimientos, una lista de espera muy difícil de cumplir, como reconoce la propia asociación.

‘Ve a tiempo, que el Covid no te detenga’ es la campaña lanzada por la Liga Colombiana Contra el Cáncer, en asocio con otras organizaciones, para despertar conciencia sobre esta alarmante realidad. La detección oportuna y la prevención son los pilares para hacerle frente a esta patología, que también requiere un tratamiento integral, seguimiento y rehabilitación de los pacientes diagnosticados.

A pesar de la pandemia, cuya incidencia no va a variar en el mediano plazo, la prioridad de las mujeres debe ser la realización mensual del autoexamen y, a partir de los 30 años, asistir a los servicios de salud para exámenes de control, y de mamografía en el caso de las mayores de 50. Quienes ya fueron diagnosticadas tienen que iniciar, cuanto antes, o continuar, sin mayores dilaciones, los tratamientos, guardando los protocolos de bioseguridad.

En este desafiante tiempo de incertidumbre por el virus, las entidades de salud deben asegurar atención médica preventiva, más que reactiva, y ofrecer mecanismos de apoyo adicionales para garantizar asistencia a las mujeres en una condición socioeconómica frágil, que en medio de esta profunda crisis requieren un renovado acompañamiento sicológico al padecer creciente estrés emocional y una mayor sensación de vulnerabilidad. Frente al cáncer de mama, una epidemia silenciosa, como ocurre con la Covid-19, nadie puede bajar la guardia. Este también es un asunto de vida o muerte.