Los últimos años 30, y los ocho o nueve de los 40 los aficionados a la natación se toparon en las gradas de las piscinas de los Estados Unidos con el joven Johnny Weissmüller, que por cierto irrumpió con una fuerza avasalladora incontenible para sus adversarios.

El chico Weissmüller cuando era adolescente fue recomendado por un médico debido a su delgadez exagerada, que acometiera el deporte de la natación para que ganara peso fácilmente. El muchacho no se limitó a la práctica de la natación, sino que más que prontito se matriculó en un club y comenzó a competir. Pronto se dieron cuenta los coach que había en derredor al medio deportivo, que el chico pintaba para fenómeno.

Así como ganaba peso en su osamenta, vencía fácilmente a todos los adversarios. Johnny Weissmüller pronto pasaba de los 6 pies de estatura y se acercaba a las 175 libras de peso. Para los coach era simplemente un fenómeno verlo establecer marcas que al principio eran nacionales de su país, y luego ascendían a marcas mundiales.

Contrajo nupcias con la artista mexicana Lupe Vélez, la primera voz a grito pelado animando a su marido a vencer a cuánto opositor se asomaba en las piscinas. El dato es increíble, pero Johnny llegó a establecer 41 récords mundiales.

Fue el primero en romper la barrera del minuto en la prueba de los 100 metros, desde luego todo ese récord con el paso del tiempo y el mejoramiento de los sistemas de preparación, están ampliamente batidos. Se nos asemeja al récord que impuso Charles August Limber en su famoso vuelo Nueva York - París volando algo más de 26 horas en un avioncito de madera y tela, pues lo único metálico era el motor.

Weissmüller fue candidatizado para el personaje de Tarzán, cuyo autor Edgar Rice Burroughs lo escogió por encima de cientos de candidatos. Ya era un hombre corpulento que frizaba en las 200 libras de peso y por ende llenaba la imagen del Tarzán selvático.

Weissmüller calzaba los puntos requeridos para el personaje que bajaba de los árboles a bordo de las lianas de la selva, y en un santiamén caía sobre un león y lo mataba con su cuchillo en menos de un segundo. Weissmüller se enriqueció con el primer intento de taquilla de Tarzán el hombre mono. Era un personaje cinematográfico que niños y adolescentes adoraban de veras. Al parecer hizo dos o tres películas más, y hasta ahí llegó el personaje.

Weissmüller no paró en su descenso económico hasta llegar a la inopia. Paseaba por California y México su creciente limpieza, interrumpida por Maureen O’Sullivan, que si cultivó su actuación cinematográfica y al saber el estado de suma pobreza en que estaba Johnny, le remitió una gruesa suma de dinero.

Weissmüller murió en una extremada pobreza.