El Informe de Calidad de Vida, elaborado con datos del año 2017 por el programa Barranquilla Cómo Vamos, constituye una excelente referencia acerca del estado actual de nuestra ciudad, los avances que hemos conseguido y los retos que debemos priorizar en los próximos años.
Se trata de la evaluación exhaustiva de más de 320 indicadores, cuyas cifras fueron contrastadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una agenda universal que pretende estimular la acción global en favor de la disminución de la pobreza y la consecución de la paz y la prosperidad en el planeta, para el año 2030.
En cuanto a la reducción de la pobreza, las cifras muestran avances significativos, por cuanto la ciudad redujo en una década la incidencia de pobreza monetaria, la cual pasó del 43,3% en 2008 al 20% en 2017. No obstante, persiste el desafío de seguir disminuyendo esa estadística para, al menos, llevarla a los niveles que exhiben ciudades como Bogotá (12,4%) y Bucaramanga (12%).
En materia de movilidad, por ejemplo, el principal reto será invertir en el fortalecimiento del sistema de transporte masivo para que aumente radicalmente la cobertura, la cual actualmente apenas alcanza el 15%, una cifra muy inferior a la de ciudades como Bogotá o Cali.
La vivienda es uno de los indicadores que demuestran la eficiencia de las últimas administraciones. Tan solo en el año 2017 se inició la construcción de 3.938 viviendas de interés social, la cifra más alta de los últimos 10 años.
Asimismo, el informe muestra ligeros avances en los tópicos de seguridad, educación, salud y empleo, motivo por el cual plantea como retos importantes seguir trabajando en la disminución de los homicidios, la formalización de las plazas laborales y la priorización de la calidad de la educación y los servicios de salud, estos dos últimos disponibles para la mayoría de los barranquilleros.
En general, este ejercicio demuestra lo mucho que la ciudad viene avanzando en su camino hacia el desarrollo. A la vez, sus conclusiones nos invitan a continuar trabajando para enfrentar los desafíos que deberán concentrar las energías de todos los sectores en la próxima década, con el fin de seguir consolidando a Barranquilla como un punto de referencia positivo y como un ejemplo de eficiencia administrativa, convivencia pacífica, equidad social y planeación responsable.
Vamos bien y seguiremos trabajando para ir mejor.