La llegada de la Semana Santa representa, para muchos, un tiempo de reflexión y espiritualidad; para otros, en cambio, significa un alto en las actividades diarias y la oportunidad ideal para compartir en familia o con personas cercanas. En cualquier caso, un problema común en esta época del año es el de la seguridad.

La Policía Metropolitana de Barranquilla tiene dispuesto un operativo de seguridad y vigilancia con 1.241 unidades que harán presencia en zonas residenciales, áreas comerciales, templos y parques. Sin embargo, el comandante de la institución, general Mariano Botero Coy, ha sido claro al precisar que se requiere el apoyo de la comunidad para reducir las cifras de atracos callejeros y hurtos a residencias, que son dos de los delitos que suelen ‘dispararse’ en la Semana Mayor.

“Cambiar cerraduras, candados y verificar elementos de seguridad como rejas”, fue el consejo del alto oficial a quienes planean salir de viaje o abandonar sus viviendas por largo tiempo para asistir a las actividades religiosas. Recordó la importancia de recomendar el inmueble con alguien cercano, ya sea un vecino o un familiar.

Estas recomendaciones son prácticamente las mismas de todos los años, pero nunca están de más. Como tampoco sobran las advertencias a la hora de tomar carretera, entre ellas la de no manejar en estado de embriaguez, ya que la vida de toda la familia puede estar en juego.

Para que nadie se sorprenda, la Policía informó que desde hoy aumentarán los controles en las vías de ingreso y salida del Atlántico en busca de prevenir accidentes de tránisto. No solo será un tema de documentos y de licor, los patrulleros dispuestos en las carreteras estarán muy atentos a las condiciones técnico-mecánicas de los vehículos. Así que soldado avisado...

Evitar el daño ambiental que produce la comercialización de la palma de cera es uno de los objetivos para mañana, Domingo de Ramos. Durante la semana también habrá controles al tráfico de fauna silvestre, en especial de hicoteas y huevos de iguana, muy apetecidos en esta época.

La venta de pescado, así como la de licor, tendrá la lupa de las autoridades debido al riesgo de intoxicaciones, que aumenta en esta temporada.

Para la Policía, la vigilancia en la Semana Santa representa un reto mayúsculo debido a la cantidad de frentes por cubrir. Es por esto que la colaboración ciudadana es fundamental para que estos días de recogimiento y descanso no se conviertan en un dolor de cabeza.