Las cámaras de seguridad instaladas en los buses que circulan por Barranquilla han visibilizado una problemática que afecta a todos los usuarios del transporte urbano: los atracos a cualquier hora del día y en todas las localidades. Los videos de estos actos delincuenciales inundan las redes sociales y han puesto el dedo en la llaga sobre un flagelo del que no se tienen estadísticas concretas.
Según la Asociación Regional de Transporte Urbano por Buses y Busetas del Atlántico, Analtra, el Corredor Universitario y la calle 17 son los dos sectores donde más hurtos se registran. Otros puntos críticos son Simón Bolívar, San José, Centro Histórico, Ciudadela 20 de Julio, El Bosque, Silencio, Los Almendros y Soledad 2000. Edgardo Altamar, director de la agremiación, asegura que los delincuentes son jóvenes o menores de edad, lo que refleja también un drama social.
Las cifras de Analtra dan cuenta de por lo menos tres atracos diarios, y un promedio de 650 al año. Sin embargo, los casos podrían ser más ya que muchos conductores prefieren no denunciar para “no perder el día de trabajo”. Este año, las empresas con más asaltos cometidos en sus vehículos son Alianza Sodis y Coochofal.
Para combatir este delito se puso en marcha hace cuatro meses el sistema de videovigilancia y el denominado ‘botón de pánico’. Esta tecnología fue instalada, inicialmente, en 200 buses, y ha entregado buenos resultados. Ayer se sumaron otros 1.386 vehículos de rutas urbanas e intermunicipales, con lo que se busca persuadir a los delincuentes y mejorar el tiempo de reacción de las autoridades.
Cada bus cuenta con cuatro cámaras de resolución HD, que graban lo que ocurre al interior del vehículo durante el 100% del tiempo de operación, así como con un botón de pánico al alcance del conductor para alertar sobre las emergencias que se presenten.
Cuando se activa el botón, la señal se recibe en las pantallas del Centro Automático de Despacho de la Policía, donde se monitorea la posición del vehículo y se alerta a la patrulla más cercana. El objetivo es que 3.000 buses cuenten con este sistema.
En lo corrido de 2017, la Policía ha capturado 42 personas por hurto en el transporte público, pero la institución se queja de la rapidez con que estos delincuentes vuelven a la calle. Esta situación ha derivado en que sean los mismos pasajeros, muchas veces armados, quienes reaccionen contra los atracos, con los riesgos y excesos de tomar la justicia en sus manos.