Los paisas protestan en gavilla, cual jauría. Les temen, y obligaron a Petro y a sus ministros del sector a echar tremenda reversa y a comprometerse con las inversiones que habían negado para culminar un túnel, obra por la cual armaron tremendo rollo. El tema es que las voces paisas son escuchadas por su cohesión, mientras que las de otras regiones no. Las del Pacífico colombiano y las de los santanderes se escuchan como quien oye llover, las de aquí del Caribe ni siquiera las oyen, y las de Barranquilla, ni hablar: Sordera total.

Y no es porque estemos pidiendo billonadas pues, salvo lo del Canal del Dique nuestras solicitudes son hasta líchigas. Es porque no pesamos en el contexto nacional. No nos unimos en nuestras peticiones, y nunca se oye que gremios, asociaciones, cámaras, y demás fuerzas locales armen bloque para pedir algo. Por ejemplo, para reunir aquí y comprometer a nuestros más connotados personajes para que abiertamente nos apoyen. Que los tenemos. Tenemos a Efraín Cepeda líder conservador que se destaca en la política nacional; Tenemos a Margarita Cabello nuestra gran Procuradora que se ha desempeñado con lujo de competencia en defensa de las instituciones; Tenemos a Iván Name, tremendo presidente del Congreso y bastión insuperable de la democracia; tenemos a la Bancada Caribe, un importante número de parlamentarios entre los que sobresalen jóvenes que brillan en sus individuales intervenciones. Tenemos mucho, pero no nos unimos, y logramos nada, porque a nosotros no nos temen, nos ignoran. Es que somos como el perrrito faldero que síí, ladra con bulla, pero es incapaz de pelar los colmillos, y menos de actuar en jauría.

El domingo 21 será la marcha nacional para protestar contra el gobierno Petro, que ojalá la de aquí no sea la más escuálida, y nos decidamos a superar sol y asfixiante calor, porque tenemos mucho por lo que protestar. Protestemos no sólo porque lleva al país al desastre, sino también por ignorarnos. Protestemos por el costo de la energía cuya solución depende en grado sumo de la voluntad gubernamental; protestemos por su orate embeleco constituyente, que nadie por aquí le haga el juego a semejante despropósito. Es hora que aprendamos a hacernos respetar, o sea, a actuar como jauría.

Coletilla porteña: Como jauría toda la comunidad debe protestarle a Aire-s por ignorar que Puerto vive del turismo, los daños son recurrentes y le cortan la energía todos los fines de semana, preciso cuando mayor es la afluencia de gente, con el consiguiente perjuicio económico para sus habitantes.

rzabarainm&hotmail.com