Sospechaba que había algo más detrás de lo que circulaba sobre el bochornoso episodio LGBT en el Centro Andino. Me reuní con Pedro Costa en Bogotá. Algunos medios de comunicación y políticos como Claudia López o Juan Manuel Galán, o periodistas como Daniel Samper Ospina, lo tildaron de “monstruo homofóbico” sin medir las consecuencias de su ligereza y oportunismo.

Pedro es un diseñador industrial que estudió en Londres y vive en Bogotá. Trabaja para firmas nacionales e internacionales como la relojera suiza Hublot. Esto le ha permitido relacionarse con una constelación de estrellas globales: Carlos Vives, James Rodríguez, José Mourinho, Sebastián Yatra o Jean Claude Biver, el padre de la relojería moderna para citar sólo algunos.

Su vida transcurría tranquila hasta el pasado 14 de abril a las 3.45 pm. A esa hora llegó una pareja de jóvenes al Centro Andino y se situó en frente del pequeño parque recreativo donde sus hijos y otros niños jugaban. Una señora, cuyo niño también se divertía, comenzó a angustiarse por el comportamiento de la pareja recién llegada; su esposo se dio cuenta y entendió lo que sucedía; con disimulo se ubicó a su lado y se cercioró de que en efecto sí pasaba algo raro y alarmante. A solo un par de metros jugaban varios niños menores de 5 años. Le comenta a Pedro Costa, quien estaba cerca, que los jóvenes estaban metiendo la mano en los pantalones del otro y en otros “juegos” obscenos. El señor se acerca y los increpa: “Este no es un sitio para esas asquerosidades, ¡váyanse!” Uno de los jóvenes le replica de manera provocadora y agresiva: “¡Sáqueme, homofóbico!”. El señor, indignado, se acerca y les dice: “Pues yo si los saco”, y los empuja. Pedro Costa interviene y los aparta.

La pareja gay comienza a gritar tratándolos de homofóbicos. La señora afectada carga a su niño y se aleja del lugar. Pedro Costa se acerca y les dice: “¡Suficiente!”, y los empuja. En ese momento, al otro lado de la isla de juegos, varias personas gritan: “El amor es libre”, haciendo corazones con sus manos. ¿Coincidencia? El video que vi, también lo tienen las autoridades, no está editado y muestra lo sucedido sin cortes. Es decir, la pareja gay sí protaganizó un acto de exhibicionismo obsceno. También consta que ninguno de los dos jóvenes cayó al suelo, como lo afirmaron varios medios y como se argumenta en una demanda contra Pedro Costa. Queda claro que el “objeto sólido” con que Pedro Costa supuestamente los golpea, fue su cachucha de tela y no algo contudente.

La policía llegó, después de informarse le impusieron un comparendo a la pareja. Poco duró, en una saltada olímpica de 6.000 comparendos previos en turno, la multa fue anulada por la Inspección de Chapinero porque los implicados no pudieron realizar descargos, y por una directriz de la Personería de Bogotá para evitar “el escándalo en los medios” y “por la trascendencia nacional del caso”. Después de ver este video de alta calidad, el inspector Rodríguez considera que “esto cambia totalmente la posición del despacho”, pero nada cambió. Ni la verdad, hechos, evidencias y testigos fueron suficientes. Todo un reto para la nueva Ministra de Justicia.

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