El crecimiento económico del PIB en Colombia para el segundo trimestre de este año y según las últimas cifras del DANE fue del 17.6%, a pesar de las protestas sociales, bloqueos de ruta y las interrupciones en las cadenas de suministro. Este desempeño fue impulsado principalmente por el mayor consumo de los hogares; al incremento en el gasto público para mitigar el impacto de la pandemia; al alza en los precios del petróleo; y, al estímulo en las exportaciones debido a la mejora de la perspectiva económica de nuestros principales socios comerciales. De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Colombia estará dentro de las economías con mejor desempeño este año; sin embargo, gran parte de ese avance se atribuye a un efecto “rebote” estadístico al comparar los resultados de este año con los presentados en el 2020. El reto está en poder generar en los próximos años un crecimiento económico sostenido en el largo plazo que permita resolver los problemas de baja productividad, pobreza e informalidad que se acentuaron con la pandemia.
Uno de los principales desafíos que afrontar es el del mercado laboral; a pesar de haber logrado avances importantes frente a los indicadores de 2020, aún queda por recuperar 1.7 millones de puestos de trabajo. La tasa de desempleo para la coyuntura económica actual sigue siendo elevada (15%); lo que podría ser reflejo, de lo que se conoce en economía como histéresis; y, se define como una situación de desempleo que persiste aún removida las causas que la produjeron; vale la pena recordar que al país le tomó un poco más de 10 años después de la última crisis de finales de siglo pasado, lograr tasas de desempleo de un dígito.
Para el caso de Barranquilla, varios indicadores muestran señales que los sectores económicos están respondiendo a las estrategias de reactivación adoptadas. El Índice Mensual Económico Distrital (IMED) calculado por Fundesarrollo, reveló que la economía en junio creció 3.4% al contrastarlo con el mismo mes del año anterior, por lo que se espera; y, de mantenerse las condiciones actuales, que la cifra de crecimiento del PIB en la ciudad siga su senda de recuperación positiva.
Desafortunadamente, la mayor dinámica de la producción no se traduce de manera proporcional- al igual que en el resto del país- en la recuperación del empleo. Se crearon durante el segundo trimestre del año 95.1 mil nuevos puestos de trabajo; no obstante, aún falta por ocupar a 62.8 mil personas para volver a los niveles antes de la pandemia. La tasa de desempleo se ubicó en 11%; son los sectores de comercio y servicios sociales-los más afectados por la pandemia- los que jalonan la recuperación del mercado laboral.
La economía ha demostrado que tiene una mayor capacidad de recuperación a la esperada. El reto para los próximos meses está en dinamizar la creación de empleo formal pero con reformas a fondo que permitan superar los problemas estructurales del mercado laboral; y, disminuyan los costos de contratación y despido. A pesar de los grandes avances, aún quedan desafíos por solucionar para lograr una recuperación económica sostenible e inclusiva.
*Directora de Fundesarrollo