La cautela es el término clave en la denominada fase 2, declarada hoy oficialmente por el gobierno italiano como la fase del descenso. Quiere decir que nos encontramos en el punto clave de la disminución de contagios, sustentado por las estadísticas que indican una cifra récord de 2.583 personas sanadas, hasta ahora jamás alcanzada, así como un freno en los contagios en el centro y sur de Italia que al no reportar casos el día de hoy confirman la tendencia en disminución de la pandemia en la península.
Bajan también los contagios, por cada 18 test o pruebas emerge sólo 1 paciente infectado. Todo parece indicar que las medidas implementadas han dado frutos, pero resta la inevitable inquietud en torno a la cual giran las expectativas de millones de italianos y del gobierno. ¿Cuándo se comenzará realmente a activar la economía del país? Como fecha tentativa surge el 5 de mayo, día declarado como final de la cuarentena, aunque algunos expertos hipotizan que ciertos sectores podrían iniciar anticipadamente.
Aunque este lunes las primeras actividades comerciales: librerías, papelerías, almacenes de vestidos y calzado para la infancia se activaron, los expertos opinan que las empresas de moda, las fábricas de muebles, el sector automotor y las empresas o canteras de construcción podrían lanzarse al ruedo a partir del 27 de abril, dependiendo de la implementación de medidas de seguridad que algunas regiones configuraran anticipadamente con laboratorios privados para garantizar pruebas a sus trabajadores bajo reglas y estándares del Estado y el Ministerio de Salud.
El turismo es otro sector estratégico cuyas pérdidas estimadas entre los 33 y 73 billones de euros podrían tener un revés significativo y una recuperación rápida al final de la crisis. Los sondeos arrojan que el 70% de los italianos se declara “listo” para partir durante el verano, y entre estos un 73 por ciento dice que la meta estaría en Italia. De hecho, los balnearios del Mar Adriático ya han ideado una solución, que se trata de adaptar paneles individuales en plexiglass en forma de cubículo alrededor de las sillas reclinatorias, de manera que el contacto con el vecino de al lado no implique grandes riesgos… Esperaremos! Para activar esta economía se requerirá mucha cautela, abandonar esquemas de consumo preestablecidos y ritmos de producción como el de la moda con colecciones constantes, es decir, reestructurar el “Made in Italy” con la misma creatividad con que han construido un sistema de producción basado en la innovación.