Cumpliendo con uno de los preceptos de la Asociación Sociedad Médico Quirúrgica del Atlántico (ASMQA) -estar atentos a las condiciones de salubridad de la comunidad para aprender, debatir y aportar en caso de ser necesaria nuestra intervención como asociación-, su presidente, el doctor Agustín Guerrero Salcedo, nos convocó para participar en un foro con los representantes de los organismos de salud distrital y departamental, con el fin de plantearles nuestra preocupación frente al fenómeno del suicidio de niños y jóvenes, y esperar de ellos ilustración al respecto y conocer qué estrategias están implementando para abordarlo.

Después de escuchar a la psicóloga referente del programa de salud mental de la Secretaría de Salud Departamental, a la psicóloga referente del evento intentos de suicidio del programa de salud mental de la Secretaría de Salud Distrital, a la patóloga forense directora de la seccional Atlántico del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, a la psiquiatra jefe del programa de Medicina de Unilibre y del programa de guías para la prevención del suicidio, y psiquiatra invitado maestría en salud pública, quedé más preocupado ante la situación real de esta problemática. La estadística que llevo en mi consulta, que preocupa, es apenas la punta del iceberg de un fenómeno de salud pública cuyas estadísticas asustan.

Fue incómodo escuchar que, dentro de las causas, más allá de las conocidas -depresión, psicosis, trastornos del estado de ánimo, trastorno de estrés postraumático, matoneo escolar, desamor, rechazo, negligencia, abandono-, se cuentan por miles los casos de violencia intrafamiliar con multitrauma infantil; en las autopsias se ha encontrado desde notas de despedida del suicida, hasta un número significativo de casos de abuso sexual que nadie sabía.

Resultó reconfortante saber que, a pesar de esas estadísticas, que son alarmantes, hay iniciativas interesantes que la población en riesgo debería saber en caso de ser inmanejable la idea de un intento autolítico y la persona o la familia busquen ayuda. Hay colegios en los que se están organizando zonas de orientación escolar, universidades con programas al respecto, intervención a familias, programas de atención a menores de 21 años. Más aún, hay líneas telefónicas atendidas por psicólogos a las que se puede llamar en busca de ayuda en crisis o para orientación y creación de rutas de apoyo. 3176218394 Línea de Salud Mental del Atlántico, 6053399999 Línea de la Vida de la Secretaría de Salud Distrital.

Niños, jóvenes, el suicidio no es una opción, llamen a los expertos y lo comprobarán.

haroldomartinez@hotmail.com