¿Por qué utilizamos un número ordinal para el primer día del mes (primero) y para los demás días números cardinales (2, 3, 4…)? William Reyes C., B/quilla
En documentos antiguos corrientes, como escrituras públicas, arreglos financieros y otros lances notariales, o en documentos solemnes, como los jurídicos, era costumbre poner las fechas solo con palabras: “Once de junio de mil ochocientos setenta y siete”. Hoy, eso se hace ocasionalmente para proteger los documentos contra tramposas alteraciones de las fechas. Por tradición, avivada en los últimos tiempos por el ‘primero de enero’ y el ‘primero de mayo’, dos días resonantes, en América se pronuncia y se escribe el primer día del mes con el ordinal ‘primero’, mientras que en España se hace con el cardinal ‘uno’. Hay quienes dicen que lo correcto siempre ha sido ‘uno’, y que lo de ‘primero’ es un fenómeno exclusivo de América. Esto no es cierto: consulté el Diccionario histórico de la lengua española, que es la historia de las palabras y de las expresiones y de su evolución en el decurso del tiempo, y verifiqué que, incluso antes del Descubrimiento de América, en la Península se nombraba el día inicial del mes como ‘primero’. Por ejemplo, en un documento de 1481: “Liçençia esperando […], primero de agosto salimos en tierra…”; y en este de 1623: “En primero de abril se hicieron las honras del rey don Felipe III en el Escorial…”. Definir cuál es el uso adecuado es debate trivial, pues las dos maneras son correctas, ya que en ningún lugar del mundo se habla mejor español que en otro, pues lo importante con las lenguas es que faciliten la comunicación, lo que no implica que no existan normas y modos para la correcta escritura y el buen hablar.
¿De dónde viene la palabra ‘bololó’, entendida como alboroto atronador? Jorge A. Varela, B/quilla
‘Bololó’ es palabra de origen africano, usada en el Caribe, sobre todo en Colombia y en Venezuela, aunque en este último país se dice ‘bululú’, que es más preciso, pues así se tomó del idioma kikongo o kongo o kilongo, con el significado inicial de ‘diálogo con los dioses’. El kikongo es una de las lenguas bantúes que arribaron a Cuba, y que hoy hablan habitantes de Angola, de la República del Congo y de la República Democrática del Congo (estos últimos son dos países distintos). El lingüista Julio Tobón Betancourt dice que ‘bololó’ primero significó ‘fiesta’, pero que, por terminar esas fiestas en desórdenes o baraúndas, cobró la acepción de alboroto, tumulto, pelea o escándalo sin control, en el que se involucran dos o más individuos.