El que fuera campeón mundial de peso completo durante casi siete años, Jack Johnson, que está considerado como uno de los campeones más grande de todos los tiempos.

Sin embargo, hay críticos americanos que lo consideran el más grande de todos.

Entre estos, figura el que está considerado como el cronista deportivo más autorizado de todos, Nat Fisher, en varios libros que escribió.

Haber considerado a Johnson la oportunidad de disputar el título fue una aventura increíble, con el campeón huyéndole a través de numerosos estados sin dejarse notificar por el aspirante. Finalmente Johnson consiguió la notificación para la pelea en otro lugar diferente a USA. Esto se consiguió para La Habana, Cuba, en un momento en que el campeón fue acorralado para notificarle.

Toda esta serie de ‘correndillas’ y ‘corre que te alcanza’ en la que finalmente el campeón no pudo negarse a disputar su título, que perdería por nocaut ante Jess Willard.

Lo cierto es que Johnson pudo volver a su país para ver a su señora madre.

Willard, quien estaba vivo cuando Johnson publicó en varios periódicos su rocambolesca historia, desmintió todo lo dicho por Johnson. “Yo lo noquee con un recto de derecha”. La forma como se desplomó Johnson sobre el ring bananero se confirmó posteriormente al cabo de varios años por el hombre que ingresó con una cámara y filmó toda la pelea, incluyendo la caída estrepitosa de Johnson, permaneciendo en la lona durante todo el conteo.

Este nocaut permanece en la historia del boxeo como un hecho dudoso, que luego se disipo totalmente, después de que el aventurero mostró, al cabo de diez años, la película que filmó sin que quisiera dar una explicación de los años que la mantuvo en secreto cuando nadie lo amenazaba con tomar medidas en su contra.