En Colombia solo emite el 0,6% de los gases de efecto invernadero del mundo, sin embargo, es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Por eso, estamos transitando hacia la carbono neutralidad a 2050 con un marco normativo robusto, que será el mayor legado de este Gobierno para los colombianos y para todo el planeta.

La construcción de un país habitable para las próximas generaciones implica, además, la consolidación de un nuevo modelo económico, social y ambiental que involucra a todos los sectores y genera oportunidades para la reactivación poscovid. Para trazar la hoja de ruta de ese futuro de todos, radicamos ante el Congreso de la República el proyecto de Ley de Acción Climática.

Cada capítulo de esta Ley es una oportunidad para cumplir las ambiciosas metas en materia de mitigación y adaptación al cambio climático que nos plantemos en diciembre de 2020, cuando el presidente Iván Duque le anunció al mundo la actualización de nuestras Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), enmarcadas en el Pacto por la Sostenibilidad del Plan Nacional de Desarrollo y el objetivo del

Acuerdo de París de implementar acciones para que la temperatura del planeta no aumente más de 1.5°C a fin de siglo.

Para ello, desde Colombia nos propusimos reducir el 51% de las emisiones de gases efecto invernadero, a través de 196 medidas de mitigación y adaptación, que incorporan también los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como la transición justa de la fuerza laboral, tras los cambios en las actividades que se van a generar; la reducción a cero de la deforestación y los enfoques de género y de derechos humanos. Esto se refleja en el proyecto de ley que además establece, entre otros aspectos, que un mínimo del 30% de los mares y áreas continentales estén bajo categorías de protección o estrategias complementarias de conservación, la restauración ecológica de al menos 1 millón de hectáreas, el manejo sostenible de 2,5 millones de hectáreas mediante contratos de conservación para estabilizar la frontera agropecuaria, lograr que 600 mil vehículos eléctricos entren en circulación e incorporar a 2030 el cambio climático en la educación formal.

Como el ejemplo empieza por la casa, la Ley también establece que las instalaciones de todas las entidades de la rama ejecutiva del orden nacional, altas cortes, autoridades ambientales, entes de control e institutos de investigación ambiental deben ser carbono neutrales a 2030. Los organismos adscritos y vinculados al Ministerio de Ambiente ya comenzaron sus planes de reconversión.

Estas son buenas noticias, y son parte de las acciones con las que llegaremos a la versión 26 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021, la COP26, que se realizará en Glasgow en las próximas semanas. Con esto no solo afianzamos el liderazgo mundial de Colombia en materia ambiental, sino que llegamos con herramientas para que los países más ricos, especialmente a los miembros del G20, que son los grandes emisores de gases efecto invernadero, tengan un mayor compromiso con su ambición climática y aporten recursos para que las naciones más vulnerables, como la nuestra y los territorios insulares, puedan llevar a cabo planes de ruta.

No hay planeta B y garantizar la sostenibilidad de este que tenemos necesita del concurso de todos.

*Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.