El panel de opinión de Cifras & Conceptos de 2023, 2024 y 2025 ha dicho que esta columna es la más leída del Atlántico y, desde luego, de EL HERALDO. Es un reconocimiento, sin buscarlo, que en buena parte atribuyo a nuestra firmeza en exigir un urbanismo que no arrase la naturaleza.
En medio de esta lucha, hemos respaldado la inclusión en el Plan de Acción Institucional (PAI), 2024-2027, de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, del ajuste al ‘Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica de la Ciénaga Mallorquín y los Arroyos Grande y León’, o Pomca 2017.
Para esta tarea contrataron al Consorcio Mallorquín por 2.500 millones de pesos. Adorna a este PAI, a manera de epígrafe, una frase de Aristóteles: “La naturaleza es un espectáculo que se desarrolla frente al hombre”.
Aplaudimos el ajuste al Pomca 2017 porque este levantó, nada menos, la protección ambiental del Pomca 2007 denominada Zona de Uso Múltiple Restringido (ZUMR) que solo permitía 10 viviendas por hectárea donde se construye Ciudad Mallorquín, esto es, intervenciones de bajo impacto ecológico.
El Pomca 2017 les dio viabilidad a 240 viviendas por hectárea. O sea, a la alta densificación inmobiliaria en marcha.
En algún momento preguntamos si era factible un lugar en el Consejo de Cuenca, la instancia en la cual podíamos participar de manera más efectiva en el proceso del nuevo Pomca. No fue posible. Apenas hemos podido concurrir a espacios de socialización.
La voz de alerta que lanzamos hoy es que el Mapa de Zonificación Ambiental del nuevo Pomca podría, por lo que hemos visto, no responder a la expectativa ciudadana de que se preserve lo que queda del bosque seco tropical en el suelo urbano y de expansión urbana de Puerto Colombia y Barranquilla, ubicado en la cuenca hidrográfica objeto del plan.
Esperamos que la autoridad ambiental no nos defraude con el caramelo de proteger solo unos cuantos retazos de bosque.
Posdata: Agradecemos la columna Ecocidio en Mallorquín en El Tiempo de Manuel Rodríguez Becerra, primer ministro de Ambiente de Colombia. Destaca la batalla en pro de la conservación del bosque seco tropical de “diferentes ciudadanos de Barranquilla entre quienes sobresalen Gustavo Bell, exvicepresidente de la República, el conocido periodista Horacio Brieva y María Correa, lideresa social y defensora de la naturaleza”.
“Argos, que públicamente se proclama como una empresa verde, debería revisar su posición”. De lo contrario, “perpetrará un enorme daño social y ecológico, consolidándose como uno de los campeones del green-washing en Colombia”, dice el exministro y respetado experto ambiental.
@HoracioBrieva