El sector exportador colombiano se presenta como un pilar fundamental en el sostenimiento y crecimiento de la economía nacional, especialmente en la costa Caribe. En esta región, el Atlántico se destaca como un protagonista clave, representando el 46,2 % de las exportaciones de la costa Caribe, seguido por Bolívar y Magdalena, según Analdex.
A pesar de su relevancia, el panorama actual revela desafíos que pueden ralentizar el crecimiento de las empresas exportadoras, siendo Barranquilla el epicentro de esta actividad. Aunque las exportaciones a Estados Unidos, Brasil y otros mercados son positivas, la falta de innovación y exploración de nuevos nichos podría comprometer el desarrollo sostenible.
Además, la problemática de los paros mineros y de otros sectores de la economía que se viven actualmente en Colombia añade presión, especialmente en la exportación de coque y carbón. Estos paros pueden generar retrasos logísticos en el Puerto de Barranquilla, que maneja cerca del 70 % del coque del país, aportando alrededor de un billón de dólares en ingresos. La persistencia de estos conflictos puede impactar la competitividad de varios sectores exportadores colombianos en mercados internacionales, afectando negativamente la economía local.
Ante estos retos, las empresas exportadoras deben adoptar una cultura aseguradora sólida que les permita mitigar riesgos y proteger su estabilidad financiera. La disminución del 0,8 % en las ventas acumuladas entre enero y julio de 2024, en contraste con un aumento del 11,9 % en el volumen exportado, refleja la volatilidad del mercado. En estos contextos, asegurar las exportaciones es fundamental para proteger a las empresas de pérdidas por retrasos logísticos, incumplimientos de pago o fluctuaciones en los mercados globales.
Mirando hacia 2025, queda claro que el crecimiento del sector exportador de la región Caribe será crucial para la estabilidad económica. Pero para que esa estabilidad sea sostenible, no podemos dejar de lado el control de riesgos comerciales. Un seguro de exportación no solo protege de pérdidas o incumplimientos, también ofrece la liquidez que las empresas necesitan para innovar y aventurarse en nuevos mercados.
El desafío es significativo, pero con una colaboración adecuada entre el sector privado y las entidades aseguradoras, se puede construir un ecosistema robusto que garantice la estabilidad de las exportaciones. Es momento de mirar hacia adelante y aprovechar las oportunidades que ofrece el sector exportador, asegurando un futuro próspero para el Atlántico en el ámbito internacional.
* CEO de Cesce Colombia