La antigua piscina olímpica ya no existe, de esta no queda nada, es historia, y serán muchos los nadadores que la recordarán con todas sus virtudes y defectos. Pero quedó el predio en el que estaba construida, y ampliándolo se diseñó y construyó en tiempo récord el más moderno complejo acuático, a la altura de los más completos del mundo. Recorrer sus instalaciones es sencillamente impresionante, comenzando por el corazón de toda piscina olímpica de natación y de clavados, su cuarto de máquinas y equipos, dotado con lo más selecto en cuanto a bombas, filtros, sistemas de recirculación y enfriamiento, tanques de reserva, estación eléctrica, espacio para maniobras, etc. Como quien dice, con todos los juguetes de la más alta calidad.

Sus tres piscinas, la de competencias de natación, la de clavados y la de calentamiento y práctica, obedecen los más exigentes estándares internacionales y olímpicos, no solo en cuanto a sus dimensiones, sino a cada uno de los detalles técnicos que no son regularmente apreciados por los asistentes, pero sí por los competidores y jueces. Y para esto se escogieron e instalaron los más modernos y sofisticados equipos. Para presentar esta columna visité durante más de tres horas las nuevas instalaciones, muy bien atendido por el interventor de esa magna obra, Ing. Gustavo Monsalve y la arquitecta Julieth Villanueva, y debo aceptar que quedé impresionado con lo que el Distrito, en cabeza del alcalde Alex Char, ha logrado.

Se trata de un escenario muy amplio y espacioso. Generoso en cuanto al aforo de sus cómodas tribunas con capacidad total para 2.130 personas, la destinada para los aficionados totalmente dotada de vistosa y moderna silletería; con seis torres de iluminación, de 26 metros de altura, con lo que se logra un óptimo alumbrado de las piscinas. Otro elemento que se destaca es la más moderna plataforma múltiple, logrando un diseño integrado, con las diferentes alturas de trampolines y plataformas, dotada con materiales especiales para estas, y destacada con un elemento decorativo que recuerda que estamos en el Caribe. Sus partidores importados, tipo Barcelona, llamados así por los juegos que se desarrollaron en esa ciudad, garantizan una óptima y segura partida de los nadadores en cada competencia. Pero si en la llamada zona húmeda no hay detalle faltante, el resto de sus instalaciones ofrece todas las facilidades necesarias para competencias de alto nivel. Para los deportistas, camerinos y baños independientes para nadadores y nadadoras, un muy amplio salón de calentamiento, enfermería, sala antidoping y de espera previa a ese control, todo lo anterior con la más moderna dotación. Para los jueces y delegados también se cuenta con un espacioso salón V.I.P., y además, todas las facilidades imaginables para los periodistas deportivos que cubran cada evento.

Barranquilla cuenta ya con su Complejo Acuático Eduardo Movilla, nombre que hace honor a todo un señor que ha engrandecido la natación en Barranquilla por décadas, ahora solo falta que los barranquilleros asistamos en masa desde pasado mañana, 19 de julio, a los diferentes estadios, y a las competencias de natación y clavados en los mejores Juegos Centroamericanos y del Caribe en toda su historia. Quienes asistan quedarán gratamente impresionados.