A veces, todo es más sencillo de lo que parece. Tantas preguntas sin respuestas. Tantos vacíos. Un aparente camino sin salida ni soluciones. Una condena de desesperanza.
Vivimos en un país injusto y desigual. Los derechos fundamentales son un lujo que sólo poseen unos cuantos. La vida no se comprende y mucho menos se valora. La mayoría de jóvenes ni siquiera tienen la posibilidad de soñar. Las oportunidades son inexistentes y la monotonía se transforma en la urgencia de resolver el día a día. Se repiten episodios del pasado y el futuro nunca llega. Disidencias de las Farc matan a tres agentes del CTI. El narcotráfico y la Seguridad Democrática son de nuevo la excusa para perpetuar la violencia. Se legitima el crimen y matan a miles de líderes sociales. Ocurren masacres y se potencializan los paramilitares que ahora se llaman Bacrim. La tierra y la injusticia social siempre como ejes del problema. Y continúa la violencia. Ellos, los pobres y marginados, siguen en ese país olvidado; en esa Colombia lejana.
Las respuestas están en la historia, en el ayer, en el campo, en lo que nos negamos a ver. Todo está ahí y sigue igual. Entonces, ¿por qué nos cuesta solucionar el problema? ¿Por qué unos tienen derechos y otros no? ¿Cuándo Colombia dejará de ser Colombia y se convertirá en un lugar digno para todos?
Los derechos aparecen de manera abstracta. Las diferentes interpretaciones han desdibujado su verdadero significado. La maratón más larga del colombiano ha sido luchar por los derechos y la paz… defender la dignidad humana. Existe una Constitución que supuestamente protege a toda la población, pero es una imagen ilusoria. Los derechos continúan en la imprecisión, hacen parte del banquete que les convenga a los gobernantes. La carrera no ha terminado. La meta está lejos de ser una realidad.
Y recordé un texto del Mahābhārata… imaginé un diálogo entre las dos caras de Colombia. Imaginé que algún día comprenderemos la simpleza. Y, por fin, llegaremos a la meta.
- Yudhisthira: Interrógame.
- Dharma: ¿Qué es más veloz que el viento?
- Yudhisthira: El pensamiento.
- Dharma: ¿Qué puede cubrir la tierra?
- Yudhisthira: La oscuridad.
- Dharma: ¿Quiénes son más numerosos, los vivos o los muertos?
- Yudhisthira: Los vivos, porque los muertos ya no están.
- Dharma: Dame un ejemplo de espacio.
- Yudhisthira: Mis dos manos unidas.
- Dharma: Un ejemplo de dolor.
- Yudhisthira: La ignorancia.
- Dharma: ¿Qué llega primero, el día o la noche?
- Yudhisthira: El día, pero sólo con una noche de antelación.
- Dharma: ¿Cuál es el origen del mundo?
- Yudhisthira: El amor.
- Dharma: ¿Qué es la locura?
- Yudhisthira: Un camino olvidado.
- Dharma: ¿Y la revolución? ¿Por qué los hombres se rebelan?
- Yudhisthira: Para encontrar la belleza en la vida o en la muerte.
- Dharma: Y, ¿qué es inevitable para cada uno de nosotros?
- Yudhisthira: La felicidad.
- Dharma: Y, ¿cuál es el más grande milagro?
- Yudhisthira: Que cada día la muerte nos golpee y aún así vivamos como si fuésemos inmortales. Este es el más grande milagro.
Y sí, es el más grande milagro del colombiano.
@MariaMatusV