Pregunta: ¿Fisgonear, como dicen en España, es lo mismo que coger punta? AAM, B/quilla.

R.: Es lo mismo, así como es lo mismo voyerismo, una conducta que algunos asumen para alcanzar excitación observando de manera furtiva la desnudez o parte de las zonas íntimas de alguien o la actividad sexual de otros, siempre a través de una cerradura, un dispositivo oculto, un espejo, una rendija, o aprovechando una mala postura o un descuido de ese alguien. Esa excitación la refuerza la sensación de observar sin ser observado y el peligro de ser sorprendido. Si a una mujer el viento le levanta la falda y se le ve su ropa interior, no se ha cogido punta, pues coger punta implica clandestinidad. Dos de las cogidas de punta más célebres son la del rey David, quien desde una terraza atisbó a Betsabé, futura madre de Salomón, mientras esta se bañaba, y la del pescador de la población de Plato, quien mediante un conjuro se convertía en caimán para espiar a las jóvenes desnudas en el río.

P.: Escribí en un informe “las ONGs” y mi jefe me dijo que las siglas no tienen plural. Entonces, ¿cómo se advierte que son varias? Marta Rey, B/tá.

R.: En español, en efecto, no se pluralizan las siglas ni es necesario indicarlo. Sus plurales se escriben así: “las ONG, los CD”, pero si de todos modos se quiere indicar, debe escribirse la sigla acompañada por un término que revele pluralidad; por ejemplo: “A la reunión acudieron miembros de varias ONG” –aquí, ‘varias’ pluraliza–. No obstante, existen siglas cuyo plural se forma duplicando las letras iniciales: Estados Unidos (EE. UU.), Juegos Olímpicos (JJ. OO.), Fuerzas Armadas (FF. AA.), relaciones públicas (RR. PP.), derechos humanos (DD. HH.).

P.: ¿Por qué Gerald Martin, en su biografía de García Márquez dice que “la visión de Kafka desciende de la novela ‘El doble’, de Dostoievski”? JATS, Barranquilla

R.: En El doble, el protagonista, Yákov Goliadkin, conoce a un sujeto idéntico a él, del que se hace muy amigo y quien entra a trabajar en su misma oficina; pero este amigo, su ‘doble’, lo traiciona, miente a los jefes sobre él y provoca su caída en desgracia. Esto es lo que en alemán se llama “Dopplegänger” o “recurso del doble”, que Dostoievski plantea en su novela como un desdoblamiento de la personalidad y una penetración en lo más insondable de la mente. El origen de esto se encuentra en el escritor ruso Gógol (creo que en su cuento “El inspector”), luego lo tomó Dostoievski y luego Kafka en su novela corta La metamorfosis, cuyo protagonista, Gregorio Samsa, al despertar un día convertido en un insecto gigantesco, también experimenta ese desdoblamiento. Kafka, como los personajes Goliadkin y Samsa, percibió en su vida frustración, aislamiento e incomprensión, y vio desdoblada su personalidad ante la no realización de sus deseos; además, se dice que tenía doble identidad en cuanto añoraba su herencia judía mientras sentía que debía pertenecer al mundo no judío (o gentil) de Praga, su ciudad.

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