Si nosotros tengamos vocación de pesimistas estaríamos haciendo esta crónica con el encabezamiento de Chile, un país que llegó a ser tercero en el campeonato mundial de ese mismo país. Claro está que el esfuerzo chileno de aquel campeonato mundial se vio coronado con ese tercer lugar del país suramericano.

Como viejos periodistas que somos, nos ha gustado siempre resaltar la actuación sobresaliente de un país como Chile, que arrancar una medalla de bronce en nada menos que un torneo mundialista es algo que le quita el sueño a más de un candidato.

Preferiríamos destacar, que un país tan ceniciento como Panamá, logró la clasificación de ese pobre diablo, que no tenía de dónde cogerse para buscar una carambola que le diera el pase hacia los estadios de Rusia.

Y miren ustedes lo que son los avatares de las competencias: otro “ceniciento” como Bolivia, estuvo a punto de revolver la bolsa de esta lotería y clasificar a quien no tenía muchas esperanzas para eso como Paraguay y vino a caer ante las botas de Venezuela por 1 a 0 en Asunción para cortarle la yugular cuando todo parecía indicado que el conquistador de Colombia pasaría a la final.

Nos gusta muy poco ponderar la clasificación de un país que no hizo para merecerlo, que este fue el caso de los paraguayos, que quien les iba a decir que una anchova como Venezuela se les fuera a atravesar y sacarlos de la rumba clasificadora.

Preferimos mil veces poner en el podio a un jugador individual, como Messi, que se propuso clasificar a su país y emprendió la tarea de anotarle tres goles a Ecuador para clasificar a la Argentina.

En plena eliminatoria surgió una componenda indigna de un torneo mundialista, cuando se negaron ambos equipos –Colombia y Perú–a buscar una victoria para clasificar los dos. Si el señor Infantino que tanto celo ha venido mostrando para corregir entuertos, ahí tiene una muestra de lo corrupto que está el sector futbolístico en estos momentos. Señor Infantino, el balón está en sus pies para limpiar “este establo de augías” que maniobra como una serpiente lista como estaba para beneficiar determinado resultado.