El pesimismo que se tomó al país con tantas malas noticias que nos acosan por radio, televisión, prensa y en el día a día se vio frenado con la visita del Papa. El llamado que este hizo de construir la paz y conjurar el odio y la venganza propició un ambiente de esperanza, y por qué no decirlo, de ilusión con solo una semana de estarlo viendo y oyendo. Sus palabras cayeron como una lluvia de reflexiones en creyentes, escépticos y ateos.

Muchos son los hechos positivos que a diario ocurren pero que no se notan por la avalancha de todo lo malo que nos acosa. En nuestra realidad, lo positivo, lo productivo que tiene el país gracias al trabajo eficiente y honrado de millones de colombianos que nada tienen que ver con Odebrecht ni con los corruptos que cayeron en sus garras nos muestran cómo no parquearse en la indignación y trabajar, construir y producir para hacer de este un mejor país.

Ver el vaso medio lleno, como lo miran los optimistas, nos hace ver que por primera vez en la historia el tamaño de la clase media supera al de la población por debajo de la línea de pobreza. Los índices de escolaridad y la esperanza de vida están más arriba que nunca. ¡Por fin empieza a crecer la confianza en las instituciones! El contralor de la República, el procurador y el fiscal general son un escudo para destapar ollas podridas.

Colombia es el cuarto exportador mundial de aguacates, exporta naranjas, mangos, limones y también marañones cultivados en Vichada. En ganadería, con nuevos mercados, la carne que solo se exportaba a Venezuela y Curazao hoy se hace a Argelia, Jordania, Egipto, Georgia, Perú, Chile y Rusia, el mayor comprador.

Recientemente, los campesinos del sur de Sucre y Bolívar hicieron un video exponiendo las bondades del ñame y su problemática ante el incremento de la cosecha del mismo, como quien dice “están con el ñame hasta el cuello” y lo publicaron en redes sociales, buscando la forma de vender la sobre oferta que tienen; llamado que ha tenido eco, y la movilización para resolver el problema está progresando.

La Selección Colombia cada vez que juega nos alegra y nos hace soñar. Nuestros deportistas, cantantes e investigadores, sacando la casta y el orgullo de ser colombianos, hacen todo lo posible por llevar bien en alto el nombre del país. Podemos seguir enumerando hechos que nos hacen sentir que ‘pa’lante es pa’ allá’.

Como decía el Papa: “El mundo no es en blanco y negro, sino que tiene una amplia gama de tonalidades”. Un alto en el camino para pensar en lo grande e importante estaría bien. ¿Qué construir en la vida y qué sentido tiene esta para que lo que hagamos no se escurra como agua entre las manos? ¿A qué le apostamos?: ¿a la plata?, ¿al trabajo?, ¿al poder? Pensar hacia el futuro con convicción y entusiasmo muy seguramente se traducirá en beneficios para bien vivir, y quizás sea la manera de arrancar ese camino con el pie derecho.

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