La mayoría de seres humanos vivimos atrapados entre el pasado y el futuro; dejamos escapar nuestro presente justo en frente de nuestras narices y, por ende, nuestra capacidad de disfrutar la vida. Muchos de los seres humanos creen que van a obtener su felicidad cuando lleguen a encontrar su pareja ideal, su trabajo soñado o su casa de cristal. Sin embargo, lo que muchas de estas personas ignoran es que están dejando pasar el lugar y el tiempo que verdaderamente importan: el aquí y el ahora.

Acumular expectativas para el futuro, pensar en cómo vivir en el mañana y centrarse en como tenemos que vivir y como nos gustaría vivir, es el común de la mayoría. El resultado de dicha forma de vida nos coloca en una posición de víctimas, donde nos quejamos continuamente sobre los tropiezos, obstáculos y frustraciones a las que nos enfrentamos en nuestra cotidianidad.

Si tenemos la determinación de cambiar nuestra vida, y de empezar a disfrutar más de lo que tenemos, es importante dejar de esperar tanto. A pesar de que es un cambio difícil es fundamental para gozar nuestro presente e imprescindible para nuestra salud psíquica.

Dejemos de esperar tanto de nosotros mismos: en muchas ocasiones no solo cargamos con nuestras propias expectativas sino con las que nuestros padres y familiares han puesto sobre nosotros; inconscientemente, el peso que conlleva dicha carga nos generará tensión y malestar, eso nos impedirá hacer lo que siempre hemos querido y soñado. Libérate de las expectativas ajenas y empieza a vivir cada día.

Dejemos de Esperar tanto de los demás: nuestros seres queridos tienen sus propias necesidades. A pesar de que nos brinden su amor y cariño, no podemos aspirar a que siempre respondan nuestros llamados y satisfagan nuestras necesidades; lo que los demás nos brindan depende de su voluntad.

Dejemos de Esperar que nuestro futuro sea como lo imaginamos: ama lo que tienes y valora lo que te rodea. Ten en cuenta que debes trabajar para mejorar y alcanzar tus metas y objetivos; sin embargo, si ya te sientes feliz en el presente, el camino hacia tus nuevos objetivos será mucho más fácil y placentero, ya que sabes que tu felicidad no depende de lo que obtendrás mañana. No puedes saber lo que te deparará el futuro, pero sabes lo que tienes en el presente

Dejemos de Esperar que el mundo sea perfecto: no existe el momento ni la situación perfecta, si vives esperando continuamente a que todo sea “perfecto” te quedarás estancado en donde estás, sin tomar ninguna decisión y sin avanzar ningún paso.

Si queremos vivir mejor debemos enfocarnos en el aquí y en el ahora. Dejar de esperar te permite retomar el control de tu vida, te permite tomar decisiones, deshacerte de la tensión de cargar con expectativas ajenas y fluir con los cambios que ocurren a tu alrededor.