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El aguacate es originario de Centroamérica, desde México hasta Perú. El fruto fue conocido por los españoles durante la época de la conquista como uno de los preferidos por las poblaciones indígenas de México, Guatemala, Honduras Nicaragua, Venezuela y Colombia.

El aguacate es un fruto cuyo valor nutritivo tiene una carga energética que resulta mayor a la de la carne, y se considera que proporciona al organismo de 150 a 300 calorías por cada 100 gramos comestibles. Por esto representa una importante y sana fuente de alimentación humana, siendo la única fruta que posee todos los elementos nutritivos, glúcidos o sustancias proteínicas, sustancias grasas, vitaminas, sales minerales y agua.

Las flores del aguacate son hermafroditas y se dividen en dos grupos: flores tipo A y tipo B. El tipo A funciona como órgano femenino en la mañana sin emisión de polen, mientras que otro grupo actúa como hembra cada 48 horas y como macho cada 48 horas. Pero esta puede actuar eficientemente fecundando y dejándose fecundar.

Las variedades que más se cultivan son aquellas que responden con una buena comercialización por su forma, tamaño y color de la pulpa. Se considera que el aguacate es un árbol que no tolera las bajas temperaturas, sino que necesita una entre 25 y 28 grados. El aguacate vegeta bien en los suelos de mediana textura con tendencias a suelos mullidos y profundos, bien drenados sin posibilidad de encharcamiento, los terrenos con fuerte porcentaje de arcilla donde el agua se detiene por mucho tiempo, también se descartan los suelos impermeables y los que tienen una capa de cultivo poco profunda.

Justiniano Acuña