Un estudio publicado por la revista médica británica The Lancet afirma que la hidroxicloroquina y la cloroquina son 'farmacológicos asociados con una disminución de la supervivencia en el hospital y una mayor frecuencia de arritmias ventriculares cuando se usa para el tratamiento de COVID-19'.
La investigación se realizó con 96.032 pacientes entre los 56 y 43 años hospitalizados con SARS-CoV-2 entre el 20 de diciembre de 2019 y el 14 de abril en 671 hospitales de todo el mundo.
Los pacientes fueron clasificados en cuatro grupos según el tratamiento que habían recibido. Entre ellos se encontraban quienes estaban siendo tratados sólo con azitromicina, los que únicamente recibían hidroxicloroquina, a los que se suministraba una combinación de ambos medicamentos y quienes no recibían ni una dosis de ellos.
Los resultados del estudio mostraron que el uso de cualquiera de estos medicamentos estaba asociado a una mayor mortalidad durante la estancia en el hospital en comparación a aquellos que no habían recibido ninguno de estos.
Lo revelado por esta investigación respalda la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de suspender los ensayos clínicos de estos medicamentos por considerarlos 'ineficaces y contraproducentes'.
El infectólogo Álvaro Villanueva Calderón explica que la hidroxicloroquina es un medicamento que data de hace muchos años y que se utilizó para el tratamiento de la malaria.
'Ya uno lo conoce, por eso tenemos muy buena referencia', dice. Admite, además, que no defiende este fármaco, pero que cuando trabajó con él jamás se le murió un paciente. Con respecto a la supuesta arritmia que puede causar la hidroxicloroquina, el galeno explica que en algunas ocasiones los pacientes presentan un 'bloqueo en la conducción nerviosa que prolonga los tiempos'.
Es decir, que aquellas señales eléctricas del corazón se ven alteradas, por lo que cuando se realizan los electrocardiogramas se refleja este comportamiento que, en muchos casos, llega a confundirse con una arritmia cardiaca.
Villanueva opina que los diferentes pronunciamientos de la OMS generan confusiones conllevando a que el mundo pierda la credibilidad en esta institución.
'En medio de la política hay que buscar las verdades científicas para ver qué es lo que sigue', reflexiona.
Villanueva refiere que mandatarios como Donald Trump se han mostrado a favor del uso de este polémico medicamento, sin embargo, advierte que las respuestas sobre su uso están en la investigaciones científicas.
En el mundo
Lo que las ideologías han separado lo ha unido la hidroxicloroquina. Los mandatarios de EE.UU. y Venezuela, por ejemplo han recomendado en sus países el uso de este medicamento.
Donald Trump anunció este domingo que había terminado su tratamiento de dos semanas con dicho fármaco luego de haber escuchado que dos trabajadores de la Casa Blanca habían sido diagnosticados con el nuevo coronavirus.
'Escuché grandes reportes de ello. Francamente tremendos reportes. Mucha gente piensa que salvó sus vidas. Los doctores dieron esos reportes', afirmó Trump.
Nicolás Maduro, cuando se diagnosticó al primer paciente de COVID-19 en Venezuela, dio la orden de que en todos los estados se suministrara tratamiento con hidroxicloroquina a todo aquel que diera positivo.
Las primeras 77 personas infectadas fueron tratadas con este medicamento. Al personal médico y a los allegados de cada paciente se les administró cloroquina, así lo dio a conocer el ministro de Comunicaciones del vecino país, Jorge Rodríguez.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, tampoco en la excepción. Pese a las advertencias de la Asociación de Medicina Intensiva, la Sociedad Brasileña de Infectología y la Sociedad Brasileña de Neumología, de no usar estos medicamentos, les llevó la contraria y recomendó, desde el principio del brote en su país, la prescripción de la hidroxicloroquina y la cloroquina en pacientes diagnosticados.
Fuera de línea
En Colombia el uso de la hidroxicloroquina, cloroquina o azitromicina fueron retirados de las recomendaciones en el tratamiento de pacientes con COVID-19 por el Ministerio de Salud y Protección Social.
'Ante la evidencia recientemente publicada y a la recomendación de los expertos, el Ministerio de Salud y Protección Social solicitará al Invima el retiro de la hidroxicloroquina, cloroquina y lopinarvir/ritonavir del listado UNIRS (usos no incluidos en el registro sanitario), para su posterior retiro del aplicativo MIPRES (plataforma usada por los médicos para prescribir medicamentos que no pueden ser pagados a través de la Unidad de Pago por Capitación, lo que antes se conocía como no POS)', expresó la cartera en un comunicado.
En el país, a principios de abril, Minsalud autorizó a los médicos utilizar estos fármacos en el tratamiento para pacientes diagnosticados con la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. En su momento se les encontró 'actividad In vitro contra Sars-CoV-2, con evidencia científica débil a favor'.
En España, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, dijo ayer que la interrupción de ensayos clínicos con hidroxicloroquina en ese país se puede 'justificar', ya que 'no se ha demostrado' su efecto en la prevención y curación del coronavirus.