El 28 de octubre de 1933, hace 92 años, EL HERALDO publicó su primer ejemplar. Nacía entonces una voz que, desde Barranquilla, se propuso ser mensajera, anunciadora, del pulso del Caribe colombiano con rigor, pasión y compromiso. Nueve décadas después, esa misión sigue más viva que nunca. Agradecemos a nuestros lectores y audiencias, razón y motor de una historia que nos honramos de escribir a diario; a tantos colegas que han hecho de esta casa un referente de buen periodismo; a los anunciantes, aliados y amigos que confían en nuestro proyecto; y a los socios que creen en esta comunidad de lectores, ideas y progreso. Sin ustedes, esta aventura, cada día más desafiante por cierto, no tendría sentido ni futuro.
Desde ese sábado de octubre de 1933, EL HERALDO ha sido testigo, cronista y protagonista del crecimiento de Barranquilla y el resto del Caribe. Hemos evolucionado con la región, adaptándonos a los nuevos lenguajes, plataformas y públicos, sin renunciar a la esencia que nos define: informar con independencia, interpretar con profundidad y conectar con el alma de nuestra gente. En 92 años hemos liderado cambios, marcado tendencias y apostado por narrativas que miran hacia adelante, fieles a nuestra bandera: EL HERALDO cree en la Costa.
Por eso en nuestra edición especial de aniversario ponemos el foco en ejes temáticos que estamos convencidos de que retratan la actual fuerza transformadora del Caribe: transición energética, turismo, liderazgo social y emprendimiento, y los nuevos negocios de desarrollo económico. Son los pilares sobre los que se edifica el ilusionante presente de una región que no teme reinventarse para reducir sus persistentes brechas de desigualdad e inequidad.
La transición energética es real y avanza con proyectos que, además, cambian vidas. Desde los paneles solares que iluminan los talleres del Carnaval Hecho a Mano hasta la comunidad energética del barrio Las Gardenias en Barranquilla o las viviendas rurales de Sucre, que por primera vez cuentan con electricidad, el Caribe demuestra que la sostenibilidad ambiental también puede ser motor de inclusión social y prosperidad para las personas vulnerables.
El turismo, por su parte, reafirma nuestra riqueza natural, patrimonial e histórica y dinamiza las economías locales. La recuperación del Centro Histórico de Cartagena, la renovación del Golfo de Morrosquillo, los murales inteligentes de Mompox y el Centro Cultural de la Música Vallenata son ejemplos del poder del arte, la cultura y de la inversión, tanto la pública como privada, cuando se unen para proyectar al Caribe a un mundo cada día más interconectado.
El liderazgo social y el emprendimiento en innovación, también en saberes ancestrales, son una inmejorable carta de presentación de todo lo que somos capaces de hacer. Jóvenes como Óscar Abuchaibe, con su plataforma educativa Trulivers, o la dupla Berdugo-Escorcia, que impulsa la innovación desde Barranquilla, encarnan el talento que florece en nuestras ciudades. A su lado, líderes comunitarios como los ejemplares guardianes del Malecón de Rebolo o las matronas que enseñan el arte del bollo en barrios de la Arenosa demuestran que el liderazgo puede ejercerse desde la tradición, la memoria y la solidaridad comunitaria.
Finalmente, el desarrollo económico se escribe hoy con nuevos protagonistas: los jubilados que se instalan en el Atlántico para aportar a la economía plateada; los empresarios que apuestan por una Cartagena soñada como destino de bodas con innovación tecnológica; los emprendedores que jalonan la pujante industria del fitness y la joven guajira Laura Mora, que convierte residuos plásticos en bolsos de alta calidad, símbolo de la economía circular.
Haciendo lo que mejor sabemos: contando las historias de quienes hacen grande a la Costa, EL HERALDO celebra 92 años, renovando su esperanza en nuestra gente. Cuenten con nosotros porque, como lo hemos hecho desde el primer día, seguiremos siendo los cronistas de cada jornada, con la convicción absoluta de que el periodismo es un oficio de servicio público, una herramienta que contribuye al desarrollo y un puente de confianza. Gracias por acompañarnos, por creer en nosotros que somos reflejo de los valores de nuestra tierra alegre, valiente, talentosa, entusiasta, trabajadora, diversa, innovadora y echada pa’lante.
Disfruten de esta edición tan enriquecedora y, como nosotros mismos lo hacemos, los convocamos a que sigamos creyendo en la Costa. Sin renunciar un solo día al optimismo, les anticipamos que lo mejor está por venir. Un abrazo para ustedes por estos 92 años de unidad.







