El departamento del Atlántico se ha venido consolidando como un referente en materia turística por su gastronomía y festivales culturales que dinamizan la economía popular. Así lo avalan las cifras, y como ejemplo se puede citar la reciente realización de tres grandes eventos como el Festival del Pastel en Pital de Megua, Baranoa; el de la Arepa de Huevo, en Luruaco; y Enyúcate, en Caracolí, Malambo, territorios donde se cocinan los saberes populares para que sean protagonistas del posicionamiento turístico del departamento en el mapa nacional.
Bajo la estrategia ‘Ruta 23’, la Gobernación del Atlántico ha entendido que la cultura, cuando se celebra con convicción y visión, se ve traducida en movimiento económico, orgullo territorial y en experiencia turística de alto valor.
Las cifras dan cuenta de más de 29.000 pasteles vendidos en Pital de Megua; 42.000 arepas de huevo comercializadas en Luruaco; y una notable evolución en Enyúcate, con más de 3.300 productos derivados de la yuca, duplicando las cifras del año pasado. Las cifras indican que solo para estos tres eventos se movilizaron más de 50.000 turistas provenientes desde todos los rincones del país.
El respaldo institucional también debe verse reflejado a nivel de infraestructura y visión a largo plazo. El anuncio de la construcción de una gran plaza en Pital de Megua en honor a las matronas del pastel es una muestra clara de esa apuesta duradera que se la juega por dignificar lo nuestro. Especialmente por este festival que es el más visitado y que ha presentado notables problemas de movilidad, lo que deja como resultado enormes trancones sobre la Cordialidad.
La masificación de estos festivales también demanda que las comunidades sean verdaderas protagonistas del desarrollo, no solo espectadoras. Y, sobre todo, que se protejan los saberes tradicionales ante la amenaza de lo superficial. Aquí hay que detenerse para analizar, por ejemplo, porque todavía no surge el primer influencer que le apueste por organizar un festival gastronómico con los productos que brotan del campo. Por el contrario, se han volcado a la realización de festivales que carecen del rescate de lo autóctono, porque todos han estado enfocados en la comida rápida.
Ahora bien, más allá del balance positivo de estos primeros festivales correspondientes al segundo semestre, lo que se vislumbra en el calendario es una verdadera ruta de sabores y cultura: níspero en Polonuevo, butifarra en Soledad, sancocho en Santo Tomás, chicharrón en Baranoa, y muchas más celebraciones que hacen del Atlántico una fiesta interminable, donde la identidad se sirve hasta diciembre en platos repletos de sabor.
Como lo ha expresado el gobernador Eduardo Verano: “Quien viene al Atlántico se lleva un pedazo de nuestra historia, de nuestros sabores y de nuestra gente”. Que ese pedazo sea también una invitación a volver, a invertir, a recomendar, a quedarse, porque si algo está claro es que en el Atlántico el turismo también se cocina. Y lo que aquí se sirve tiene ese sabor irrepetible que solo nace de la tradición bien contada, bien celebrada y bien compartida.
La gastronomía está en furor, y con ello cada festival representa una oportunidad única para que los habitantes de cada rincón del Atlántico que se dedican a la cocina mejoren sus finanzas. Así que todos estamos invitados a seguir explorando sabores y a visitar estos municipios y corregimientos que sorprenden con sus innovadoras propuestas.
Este fin de semana la invitación queda extendida a Baranoa, el ‘Corazón Alegre del Atlántico’, donde se cumplirá el Burger Fest 2025, un evento gastronómico que promete deleitar a los amantes de la comida rápida con la mejor variedad de hamburguesas artesanales y tradicionales, que en esta segunda edición reunirá a 21 establecimientos de comida rápida, incluyendo la incorporación del corregimiento de Campeche.
Sus organizadores se han trazado como meta duplicar las 5 mil unidades vendidas en 2024, y con una oferta fija de $19.000 le apuntan a lograrlo. Allí mismo habrá fiesta folclórica este sábado desde las tres de la tarde en honor a su patrona, Santa Ana, con una jornada llena de cultura y tradición en la plazoleta ‘Manuel Patrocinio Algarín’. Así que todos quedan invitados a seguir deleitándose con el sabor de lo nuestro.