Noventa años no se cumplen todos los días. Por eso queremos hacer de este 2023 un tiempo memorable para renovar la apuesta editorial de EL HERALDO con nuestros lectores, usuarios y audiencias, a los que nos debemos siempre.
Queremos trabajar más y mejor para fortalecer, de la mano de ustedes, valores esenciales para nuestro ejercicio periodístico, como la confianza, la verdad, la independencia y el equilibrio que nos esforzamos en defender. Cada uno de ellos, como un todo, se retroalimenta del otro para mantener intacto el espíritu de una institución que se ha empeñado en aportar a la construcción de una sociedad más democrática, diversa, pluralista, próspera y con libertades, en la que todos merecemos tener un espacio.
Con una irrenunciable actitud crítica como bandera, ejercemos a diario la enorme responsabilidad de informar con calidad y opinar con fundamentos sólidos. Es así como hemos sido no solo testigos, sino cronistas, en cerca de 30 mil ejemplares, de la palpitante historia que ha escrito Barranquilla, el resto del Atlántico, Colombia entera y por supuesto, el mundo.
Con cada crisis afrontada por la ciudad o el departamento, también hemos sido puestos a prueba, logrando con persistencia, determinación y grandes dosis de razonable optimismo y esperanza salir avante sin desfallecer, manteniéndonos al servicio de esta urbe ceñida de agua y madurada al sol que es nuestra razón de ser. Sin ella ni ustedes, lo que hacemos carece de sentido. Pero necesitamos comprender mejor. En esta tarea, la comunidad de EL HERALDO desempeña un rol relevante. Queremos que nos acompañen en esta ilusionante etapa en la que renovamos el periódico en su edición impresa. Conservamos nuestra histórica identidad gráfica, pero ofrecemos un diseño mucho más despejado, ordenado, moderno y atractivo, en el que las estructuras visuales tienen un peso sobresaliente. En el fondo, este nuevo aire nos exigirá un mayor esfuerzo.
Por tanto, redoblaremos nuestro compromiso para informar con carácter, profundizando sobre los hechos cotidianos e incorporando análisis reflexivos, interpretaciones contrastadas y contextos imprescindibles. Compartir contenidos con total libertad es fácil, lo verdaderamente retador es hacerlo con responsabilidad editorial, credibilidad, rigor y transparencia, haciéndose cargo de sus consecuencias o efectos. No siempre sucede. Ni activistas ni militantes, solo somos periodistas. Lo demás es sectarismo. Ni más ni menos.
Apostaremos por añadir más valor al trabajo diario. Es un compromiso irreductible con el terruño que nos vio nacer hace 90 años. Somos un medio local, cierto, pero con vocación regional y proyección
nacional empeñado en una constante transformación digital, en construir nuevos formatos y en elevar la calidad de sus contenidos. Acercarnos mucho más a nuestra comunidad de EL HERALDO nos impone desafíos que orientarán esta obra diaria de buena fe.
Lo primero, insistiremos hasta el cansancio en la defensa de lo social. O lo que es lo mismo, de la dignidad humana para que las personas avancen como merecen en la consolidación de una calidad de vida justa, en todo sentido. En particular, las mujeres, a quienes respaldamos de manera inequívoca en su lucha por la igualdad.
Segundo, nos la jugaremos por la promoción de la sostenibilidad ambiental y la preservación del planeta, porque si no hacemos mucho más para cuidar y proteger nuestra casa común, la única que tenemos, no habrá futuro posible.
Y tercero, velaremos por el desarrollo de una verdadera economía del futuro que solo será viable en el largo plazo si es capaz de reconocer su dimensión social y la importancia de la justicia climática.
Como hemos hecho desde el primer día, pregonamos que los ciudadanos tienen el derecho a estar informados. Por consiguiente, nuestra misión es ofrecerles una visión ordenada, clara, ponderada y ecuánime de los hechos que les interesan, afectan e impactan. Es la mejor forma que tenemos de contribuir a que puedan sentirse libres para tomar sus decisiones.
En este contexto tan sacudido por el ruido mediático de la sobreinformación, la posverdad o la intoxicación de mentiras que perviven como certezas, es esencial comprender mejor la tumultuosa realidad en la que vivimos. Y en ello, resulta determinante contar con un mejor periodismo. Es lo que nos motiva a dar este paso en el que esperamos, como ha ocurrido desde hace 90 años, tener a nuestro lado a la comunidad de EL HERALDO. Sin su complicidad, exigencia y permanente escrutinio, nada de lo que nos proponemos sería realizable.