Es “prematuro y poco realista” creer que la covid-19 desaparecerá por completo al término de 2021, categórica afirmación de la Organización Mundial de la Salud que aterriza las expectativas mundiales sobre la vacunación para ponerle fin a la pandemia antes de acabar el año. No se trata de ser aguafiestas, hay sobradas razones para el optimismo, pero debemos procurar mantener el virus bajo control con las medidas básicas de salud pública, uso de tapabocas, distanciamiento físico y lavado de manos, porque las inmunizaciones por sí solas no lo erradicarán.

Menos es relajo, sobre todo porque en Colombia, donde han desembarcado 509 mil vacunas, su administración al personal de salud y a los adultos mayores de 80 años avanza muy lentamente. A día de hoy, poco más de 206 mil dosis han sido aplicadas desde el 17 de febrero, cuando comenzó la campaña, lo que equivale al 0,3% de la población nacional, un promedio inferior a las 14 mil dosis diarias que tendrán que acelerarse si el Gobierno de Iván Duque quiere cumplir con su meta de inmunizar a más de un millón de personas de los grupos considerados prioritarios, en el primer mes del plan.

Acabar las hospitalizaciones y los fallecimientos mientras se alcanza la inmunidad de grupo en los diferentes países es el propósito inicial de las vacunas, de ahí la importancia de que su distribución sea justa e igualitaria. Todavía queda un largo camino para conocer a fondo la eficacia de los biológicos en la reducción de la infección y transmisión del virus; sin embargo, en Reino Unido, donde se inició la vacunación el pasado 8 de diciembre y más de 21 millones de personas ya recibieron al menos una primera dosis, el impacto de la vacunación es alentador y llena de esperanza a la humanidad.

A pesar de ser uno de los territorios más golpeados por la pandemia, con más de 4 millones 200 mil contagios y 124 mil fallecidos, indicadores clave confirman cómo Reino Unido transita por el ilusionante camino de recuperar la normalidad de una vida sin restricciones severas. Estudios preliminares del Imperial College de Londres y las Agencias de Salud Pública de Inglaterra y Escocia revelan disminución de muertes en mayores de 85 años, aumento de anticuerpos contra el virus en los inmunizados y eficiencia de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Oxford-AstraZeneca para reducir el riesgo de hospitalización.

Buenas noticias para Colombia donde se vacuna con Pfizer al personal de salud y se esperan lotes de AstraZeneca, mediante Covax y acuerdos bilaterales. Anima saber que la llegada de las vacunas se agilizará en lo que resta del mes: este fin de semana arribarán dos cargamentos con más de un millón 500 mil dosis de Sinovac; en las próximas dos semanas, 200 mil más de Pfizer, y hasta el 31 de marzo más de un millón de Sinovac y AstraZeneca. Cantidades suficientes para completar la inmunización de los profesionales sanitarios y de los adultos mayores de 80 y continuar con la siguiente etapa para la población entre 60 y 79 años. Pero, con el ritmo actual, no será posible cumplir el reto de vacunar a 35 millones de personas a fin de año.

Apremia dar un salto cuantitativo para inmunizar al día a por lo menos 100 mil personas. El agendamiento oportuno y adecuado a cargo de las EPS es esencial en la nueva etapa de vacunación masiva, así como garantizar condiciones logísticas para agilizar este proceso y adelantarlo de manera coherente y coordinada en estadios, coliseos, parqueaderos y otros espacios amplios y ventilados donde las personas acudan a recibir sus dosis.

No se puede perder el empuje en la vacunación que despierta cada vez más interés y disposición entre los colombianos, según el Pulso Social del DANE. Resulta imprescindible una mejor articulación entre el Gobierno nacional y los locales, EPS e IPS para acelerar la distribución en los territorios y la aplicación de las dosis hoy almacenadas en los congeladores del nivel central. Esta es la clave para salvar vidas y establecer las condiciones de reactivación de la economía en el país.