Desde hace algunas semanas, en amplios sectores de la sociedad existe la percepción de que el problema de la inseguridad se ha agravado.

El episodio de ‘Fito’ Acosta, que fue retenido y posteriormente liberado en circunstancias aún no aclaradas; la desaparición de Brenda Pájaro, cuyo cadáver fue hallado días después en un lote enmontado, y las informaciones en redes sociales sobre supuestos intentos de rapto de mujeres en el norte de la ciudad han contribuido, sin duda, a acrecentar esa sensación.

Frente a este clima poco aconsejable de desasosiego, la primera obligación de las autoridades es la transparencia. Mantener debidamente informada a la ciudadanía con el fin de transmitirle tranquilidad o, cuanto menos, la convicción de que quienes están al frente del orden público tienen debidamente identificados los factores de riesgo.

El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero, se refirió ayer, en conferencia de prensa, a la situación de la seguridad y, muy en concreto, a las noticias sobre raptos de mujeres que llevan varios días circulando por las redes.

Dijo que hasta el momento no ha habido ni una sola denuncia formal sobre esos casos. Señaló que la Policía, al detectar una queja en WhatsApp de un padre cuya hija había sido víctima de un intento de rapto, animó al hombre a instaurar la denuncia preceptiva, pero 24 horas después no lo había hecho.

La posibilidad de que se estén produciendo tentativas de raptos de mujeres es, ni más faltaba, muy preocupante. Como también lo sería que las noticias que se están difundiendo por las redes sean inventos de personas sin escrúpulos para crear zozobra en la ciudad. Al respecto, el general Botero anunció que identificarán a los autores de noticias falsas y los pondrán a disposición de las autoridades.

Es importante que esta situación se aclare cuanto antes. Lo mismo cabe decir del caso de ‘Fito’ Acosta, porque de ello depende de que se disipen o no los temores de que haya reaparecido la actividad del secuestro en nuestra ciudad.

Entendemos que las investigaciones exigen serenidad y cautela, pero creemos que ya ha transcurrido el tiempo suficiente para que la ciudadanía sepa algo más sobre este hecho de lo que se ha contado. Lo mismo se puede afirmar sobre la desaparición y asesinato de Brenda Pájaro.

La falta de información es la madre de la especulación. El mejor antídoto contra las especulaciones y los rumores es, como ya se dijo, la transparencia. Y también, por supuesto, los resultados de las investigaciones policiales.