Luego de producirse el traslado de Enilce López Romero a su residencia en el norte de Barranquilla, por orden de un juez que le concedió prisión domiciliaria por su estado de salud, han salido a la luz pública revelaciones sobre su permanencia desde 2014 en el hospital ESE Cari de Alta Complejidad, donde contaba con privilegios que, por lo menos, causan extrañeza y deben ser investigados.
La instalación de una puerta blindada con un cerrojo que solo permitía abrirla desde el interior, la presencia de personal de seguridad de la exempresaria del chance en la habitación contigua y la construcción de un jardín por pedido de una reclusa condenada a 37 años de cárcel por homicidio y nexos con paramilitares, son los últimos eslabones de una cadena de hechos que siembran serias dudas sobre el papel de la justicia.
A esto se suma la imagen de alias la ‘Gata’, publicada por EL HERALDO, dando un paseo matutino frente al jardín que mandó a construir en el hospital, lo que no puede más que avivar las dudas sobre su estado de salud. Romero, con ayuda de un bastón, tomaba con frecuencia estas caminatas para estirar las piernas y recibir aire fresco. Incluso, para hacer más llevadera su estadía en el Cari, decidió dedicarse al cuidado de cayenas y buganvillas en un jardín adornado con un flamenco de cemento. Esto contrasta con la imagen de mujer postrada en una camilla que por años se difundió de la empresaria que dominó las apuestas en la Costa, de quien se asegura que sufre 27 patologías asociadas a un cuadro de desnutrición severa que la ha llevado a pesar 32 kilos.
De acuerdo con el fallo del juez sexto de ejecución de penas, el traslado a la residencia obedece a razones humanitarias, ya que la condición de López Romero podría agravarse en el hospital.
La Procuraduría General, en cabeza de Fernando Carrillo, a través de un oficio enviado al Juzgado, pidió esta semana detener el inminente traslado a la casa, pero la decisión judicial se mantuvo.
El Ministerio Público también había intentado, sin éxito, que el juez reversara su determinación, pero, por el contrario, esta fue ratificada con base a un concepto inicial de Medicina Legal y el pedido de la defensa de la exempresaria.
En forma similar se había pronunciado el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, pero las voces de rechazo de los jefes de los entes de control e investigación no sirvieron de nada. La ‘Gata’ fue finalmente trasladada por el Inpec, en cumplimiento de la orden del juez, y hoy probablemente continúe con su afición a la plantas, pero desde la tranquilidad de su hogar.