El conteo regresivo para la llegada del papa Francisco a Colombia ya comenzó. El miércoles, el máximo jerarca de la Iglesia católica aterrizará en Bogotá y comenzará una visita de cinco días que lo llevará también a Villavicencio, Medellín y Cartagena.

Se trata de una visita que dejará huellas profundas no solo para los fieles de la religión católica, sino para el país en general, ya que el tema de la reconciliación entre los colombianos estará de por medio por pedido del propio Papa, quien se reunirá con seis mil víctimas del conflicto armado en Villavicencio.

Sin embargo, la Iglesia colombiana ha recalcado que Francisco no traerá un mensaje político sino espiritual. Y el Gobierno, por intermedio del vicepresidente Óscar Naranjo, confirmó que el sumo pontífice no se reunirá con delegados de las Farc durante su permanencia en Colombia.

Por su carácter descomplicado pero de convicciones férreas, Francisco ha revolucionado la Iglesia desde el comienzo de su pontificado, hace cuatro años, siendo en los jóvenes en quienes más profundo ha calado su mensaje. Es indiscutible que su lucha contra la pederastia y la corrupción ha renovado la imagen de una institución golpeada por los escándalos.

El estilo del Papa tampoco ha pasado desapercibido. Desde el primer día marcó diferencias con algunos de sus antecesores, no solo de forma sino de fondo. Jorge Mario Bergoglio ha llevado su pontificado con sencillez, alejado de los honores y lujos que representa ocupar la Silla de Pedro.

Las visitas de Pablo VI, en 1968, y Juan Pablo II, en 1986, generaron cambios urbanísticos en las ciudades que los recibieron: se mejoró en infraestructura y se construyeron barrios que fueron bautizados con los nombres de los pontífices. Se espera que con la de Francisco suceda lo mismo, y que el impacto en la economía nacional sea de unos 60 millones de dólares en ganancias. La inversión realizada por el Gobierno para tener a punto la logística ronda los 10 millones de dólares.

En Cartagena, a donde llegarán fieles de toda la Costa, los ingresos podrían superar los 5 millones de dólares, con la presencia de casi 100 mil turistas entre nacionales y extranjeros.

La visita también pondrá a Colombia en el foco del mundo, ya que no se trata de un recorrido por varios países sino un viaje exclusivo a la séptima nación con más católicos en el planeta, con el acuerdo de paz como telón de fondo. Como dijo el presidente Santos esta semana, “el país ya está listo”.