La manera más efectiva de sacar de la pobreza monetaria a los 16 millones de colombianos que se encuentran en esta situación es fomentar tanto el crecimiento como la calidad del empleo. La pobreza monetaria presentó una reducción de 3,6 puntos porcentuales de 2022 a 2023, lo que significa que 1,6 millones de colombianos salieron de la pobreza y recibieron en 2023 ingresos mensuales superiores a $435.375. Esta noticia, que se está dando a conocer desde el mes de julio, debe tomarse tanto con optimismo como con escepticismo. En Colombia, actualmente, 3 de cada 10 ciudadanos viven en situación de pobreza monetaria, una realidad que se agudiza en ciertas regiones del país, como el Caribe y el Pacífico, donde en muchos departamentos los ingresos familiares no cubren los costos básicos de alimentos, vivienda y vestimenta. Desde el punto de vista regional, que merece la pena analizar, el Caribe sigue teniendo 6 de los departamentos con mayor incidencia de pobreza monetaria en el país, ubicándose después de Chocó, en el siguiente orden: La Guajira, Sucre, Cesar, Córdoba, Magdalena y Bolívar. La buena noticia es que la disminución de la pobreza en Bolívar y Atlántico fue significativa, descendiendo de 56,0% a 46,6%, y de 37,7% a 29,2%, respectivamente.

Para entender estas cifras, es importante recordar que en 2020 hubo un aumento de la pobreza monetaria de 6,8 puntos porcentuales, lo que representó una cifra alarmante del 42,5%. Por supuesto, Colombia, como muchos países de ingreso medio en la región, sufrió una notable pérdida de empleos durante la pandemia, los cuales se han ido recuperando progresivamente. La disminución de la pobreza que se viene observando desde 2022 se debe, de manera similar, a la recuperación de los empleos tras la fuerte caída durante el periodo de la pandemia en 2020.

Ahí radica tanto la clave del crecimiento económico del país como la superación de la pobreza. Sin embargo, aunque el país ha ido reduciendo los índices de pobreza, sigue siendo motivo de preocupación el desempleo, especialmente entre jóvenes y mujeres, donde los índices son considerablemente más altos. Ahora bien, la realidad es que la disminución de la pobreza en 2023 tiene poco que ver con las acciones del gobierno nacional, como algunos han sugerido, sino más bien con el aumento del empleo y, por ende, con un esfuerzo de recuperación del sector privado. Dicho esto, nuevamente se hace un llamado al gobierno para que trabaje en el fortalecimiento del empleo, lo cual solo puede lograrse en colaboración con el sector privado, brindando las condiciones de seguridad necesarias para que la inversión privada, nacional o extranjera, no siga estancándose ante el constante proceder errático del gobierno de Gustavo Petro.

@tatidangond