En un mundo donde una de cada tres mujeres ha sido víctima de la violencia y en un país como Colombia donde, entre 2015 y 2019, fueron asesinadas 2,7 mujeres al día, es realmente increíble que políticos se tomen a la ligera uno de los flagelos más graves contra la dignidad humana: la violencia contra las mujeres. El pasado jueves en el marco del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, circuló en redes sociales una campaña del candidato presidencial del Partido Conservador David Barguil, donde mostraba a líderes políticas colombianas con moretones y golpes en la cara con el propósito de generar conciencia sobre la realidad de la violencia de género.
Todo parece indicar que esta campaña fue el resultado de una adaptación del trabajo del artista y activista AleXsandro Palombo, llamado “Just Because I Am A Woman” o “Solo por ser mujer”, en el que toma imágenes de protagonistas de la política a nivel global como Ángela Merkel, Michell Obama, Brigitte Macron o Alexandria Ocasio-Cortez y las edita con rastros de golpes en su cara. La diferencia sustancial entre las imágenes que compartió Barguil desde su cuenta de Twitter y la propuesta de arte de Palombo, es que el segundo hizo una campaña artística que como arte puede generar críticas o aplausos, mientras el primero, además de ser una reconocida figura política, aspira a ser presidente del país. Barguil hizo un uso de la causa de la eliminación de la violencia contra la mujer con fines políticos, fuera de contexto y en medio de una realidad nacional donde esto lejos de mostrar sensibilidad muestra oportunismo.
Luego de que la idea de Barguil de compartir imágenes de mujeres políticas con golpes en la cara -por cierto, sin contar con la autorización de ellas- fuera ampliamente criticada, el candidato publicó un comunicado en el que deja entrever que no entendió la desaprobación de su errática campaña. En resumen, el comunicado no reconoce que su idea de publicar a mujeres reconocidas con golpes no fue acertada y por el contrario, lejos de aportar algo a la lucha contra la violencia de género, solo revictimiza y utiliza la imagen de la mujer para los propósitos de la campaña de un hombre conservador. Si Barguil buscaba que esta campaña le llegara a hombres violentos y victimarios, debió mostrar a hombres en la cárcel, el sitio donde todos los que atenten contra una mujer, deberían terminar.
Al señor Barguil le debe quedar claro que ni las mujeres, ni las luchas que las unen, están al servicio de sus intereses y aspiraciones políticas. Si quiere ocupar el cargo más importante de un Estado democrático, primero tiene que entender que las mujeres -más de la mitad del país que pretende gobernar- no existen para que con ellas se haga política, menos aún, en contra de las causas de su género.
@tatidangond