El deporte de resistencia o el endurance, incrementa su población a una rata acelerada. Las carreras de running, los triatlones y muchas otras están de moda. Una gran cantidad de deportistas han encontrado en él una disciplina que les genera algo positivo para su vida. Para unos una droga, capaz de hacerlos olvidar los problemas o llenar vacíos, para otros una medicina capaz de curar enfermedades, generar bienestar físico y mental, así como un maestro de vida y para muchos otras una oportunidad para hacer nuevas amistades. Sin duda alguna, en sus varias disciplinas, los deportes de resistencia atrapan, cautivan y enamoran; si son practicados por las razones correctas son una bendición, si son practicados por las incorrectas pueden convertirse en algo peligroso.

El gran objetivo de este artículo es aprender a respetar el deporte, a entender cómo mirarlo con ojos de amor y crear una cultura deportiva sana, minimizando riesgos de lesiones y esas relaciones tóxicas de amor y odio creada por los excesos o los extremos. A partir de hoy, ¿cuál es esa relación que deseas cultivar con el endurance?, una de amor en donde es medicina para el alma, tu vida y tu cuerpo o como esa droga que utilizas para un placer temporal.

Al igual que el licor, que los vicios y los malos hábitos, el deporte de resistencia practicado por las razones incorrectas puede crear una adicción no sana, utilizada para escapar de tus problemas, para a través del entrenamiento de alta exigencia “perder esos kilitos de más” o simplemente publicar una foto para demostrarte a ti y al mundo que eres capaz de muchas cosas.

Cuando es usado como droga, se pierde el respeto al deporte, se pierde el miedo a afectar tu cuerpo y lo único que prima es encontrar a través del deporte un alivio temporal o un deseo vano.

Es por eso muy importante reflexionar sobre la relación con el deporte; no se trata de castigar a tu cuerpo con entrenamientos inadecuados, con rutinas insostenibles y practicar el deporte como un escape a tu realidad. Se trata de generar consciencia, bienestar, buenos hábitos y de aprender a respetar tu cuerpo para conquistar tu vida y lograr tus objetivos.

El deporte es salud, vida, bienestar y provee paz mental, practicado con amor y por las razones correctas es la cura para el alma. Las disciplinas de resistencia mantienen nuestro motor (corazón) en óptimo estado, alargan nuestra vida y nos enseñan que todo lo que queremos en la vida requiere de esfuerzo y dedicación.

Al respetar tu cuerpo, aprendes a escucharlo a proveerse de lo que necesita para rendir a un nivel óptimo y comienzas a volverte uno con él.

El deporte es el mejor amigo de un hombre sano, mental, espiritual y corporalmente. Hoy escoge practicarlo por amor a tu vida, acercarte a él con respeto que para llegar a tus metas en cualquier área de tu vida se requiere de preparación y estar dispuesto a renuncias y sacrificios.