Información sobre la huelga de los trabajadores de Tcbuen –uno de los terminales portuarios en Buenaventura que es propiedad de APM, filial de Mersk, la línea naviera más poderosa del mundo en el transporte de contenedores y de una destacada familia de Buenaventura– se ha estado manipulando para crear un turbulento ambiente laboral y social en la ciudad mediante el uso de ‘posgeneralizaciones’, una nueva modalidad de posverdades.

Esta situación que tiene que ver con las condiciones laborales en esa empresa exclusivamente, se está presentando como si fuera común a todos los terminales de Buenaventura. El senador Alexander López, por ejemplo, hace frecuentemente referencia a los problemas de “la sociedad portuaria de Buenaventura” sin aclarar que se refiere a una de esas sociedades portuarias y que no se trata de la Sociedad Portuaria de Buenaventura, que es la empresa original en esa localidad, la que más trabajadores emplea y el alma de la economía del puerto, cuyos trabajadores no están en huelga y cumplen estrictamente con las reglas laborales vigentes.

Alexander López también hace referencia incorrectamente a que se incumplen las leyes laborales y los compromisos del TLC con los Estados Unidos, como si este fuera un problema general en esa ciudad y no localizado. Llama la atención que un senador de izquierda esté preocupado por el cumplimiento de las condiciones del TLC con Estados Unidos y eso habla bien de su amplitud mental y de criterio, pero su generalización puede causar malas interpretaciones. A él no le interesan esas precisiones, hay una tormenta en un vaso de agua, Tcbuen y él quieren convertirla en un huracán que involucre a toda la ciudad de Buenaventura, un paro cívico y una huelga solidaria en todos los terminales que paralice el comercio internacional en ese nodo portuario.

Seguramente eso le sirva en su campaña para la elección de un alcalde de izquierda en Buenaventura, pero va a acabar con la actividad portuaria, que es el pan de cada día de la mayor parte de la población económicamente activa de la ciudad. El día que se generalice la huelga y se paren todos los puertos por la solidaridad de la comunidad dejan de venir los barcos. Pasan de largo hacia Callao o Guayaquil, o se quedan en Panamá. ¿Y de qué van a vivir los trabajadores de Buenaventura?, ¿del fútbol, del baile, del ‘pique’? Ojalá la gobernadora del Valle del Cauca se dé cuenta de estas posibles consecuencias.

Alexander López no inventó la posgeneralización, que es la fórmula que está de moda para agrandar los problemas que están utilizando los medios de comunicación, hoy presa fácil del amarillismo. La noticia no es que la Fiscalía tiene indicios de que algunas personas vinculadas a la JEP están manipulando información y las van a investigar, pero el titular dice “El Fiscal acusa a la JEP de fraude a favor de las Farc”.

Eso vende, pero no es verdad. El ministro de Defensa revela que hay plata del narcotráfico en la financiación de paros cívicos en la Panamericana y la noticia es que la Mafia financia a las organizaciones indígenas del Cauca, lo que pone en la mira de los asesinos a los dirigentes de esas organizaciones. Las posgeneralizaciones son una evolución de las posverdades, falsedades basadas en hechos ciertos pero aislados. Son fórmulas venenosas que no deben utilizar los periodistas y los políticos.