De la inspiración nacen las grandes obras musicales, el artista obtiene el provecho máximo de ese momento absolutamente natural que suscita la aparición de la composición. El estímulo emocional impulsa la creatividad del compositor, al surgir la inspiración vinculada a la excitación momentánea, emerge del artista la necesidad de exteriorizar espontáneamente lo que siente.

"Cuando suena un acordeón
se arremolina la gente
se alegra el compositor
surgen versos de su mente"

Como lo dicen los versos cadenciosos de la canción "Añoranzas del Cesar" , del cantautor Santander Durán Escalona, recordándonos que eso hermosos versos han sido hilvanados de acuerdo al mandato que le generó su mente ingeniosa en momentos de inspiración sublime.

Fernando Dangond Castro, en su reconocida canción " Nació mi poesía", afirma que al componer una canción producto de la inspiración "el folclore perdura, como el arhuaco en la serranía" , o fenece por la ausencia de esa fuerza interior que da autenticidad y estímulo a la producción musical

Esta connotada circunstancia producto de momento sugestivos, son diferentes a las que construyen aquellas canciones inducidas por intereses materiales, en ellas se aprecia fácilmente, la ausencia de las bellas expresiones que brotan del alma del compositor en momentos de lucidez.

Una de las canciones clásicas del mundo vallenato es "El cóndor legendario", un referente indispensable cuando se quiere escuchar las grandes obras de nuestra música Vallenata. Esta sentida canción fue compuesta en 1975 por el licenciado en Ciencias Sociales, Ángel Alfonso Molina, de Juan de Acosta (Atlántico) después de varios días de jarana celebrando su matrimonio con María Emilia Arteta Coronel.

En Playa del Ferú, a orillas del Mar Caribe, muy cerca de Santa Verónica, celebrando con familiares y amigos, intempestivamente aparecieron con la tarde calurosa, unas gaviotas ingeniosas dotadas de complejos métodos de comunicación que al juguetear unas con otras recrearon el ambiente sin saber dónde las llevaría el viento al culminar el día y le recordaron los plumajes de los cóndores que cambian de tonalidades de acuerdo al estado emocional.

Por estas aves de gran envergaduras y longevas, sentía Alfonso desde niño, una inmensa atracción, siempre le impresionó su representación como símbolo patrio que lleva intrínseco todo el legado histórico y cultural del país. Su cercanos conocían su predilección por esas aves carroñeras debido al rol que las une al folclor y a la mitología de las regiones andinas de Sur América.

El espectáculo maravilloso que le brindaron las gaviotas en esos momentos alucinantes, incitó su imaginación pletórica trayéndole a su mente viejos amores e inolvidables parrandas. Esos instantes de inspiración generaron los hermosos versos de la reconocida composición musical "El cóndor legendario" grabada por Los Hermanos Zuleta en 1977 y convertida gracias a la aceptación general en una de las composiciones imprescindible en sus presentaciones y parrandas.

"Soy folclor soy alegría
soy tristeza y desengaño
a mí me están matando los años
y no me compongo todavía
oye soledad, amiga del silencio
por qué no vienes y calmas mis penas
que mi alma está llena de horribles tormentos"

Este fue el primer paseo en tono menor que grabaron Los Zuleta. Al año siguiente lanzaron ‘Tierra de cantores’, del cantautor y guitarrista Carlos Enrique Huertas Gómez nacido en Dibulla ( Guajira ), heredero del talento musical de su padre, Carlos Modesto reconocido músico guajiro que tocaba la flauta, la guitarra y el tiple y de su abuelo, Atinio Huertas, exdirector de la orquesta en Riohacha. Su herencia la complementó en Venezuela, donde realizó estudios de conservatorio y aprendió a componer en diferentes ritmos.

Los Hermanos Zuleta no grabaron esta estrofa:

" Hay instantes que me siento rey esclavo en mi agonía
si busco refugio en la poesía
la misma me aumenta el sentimiento"