En esta oportunidad, el epígrafe de la obra de teatro es: "Pagan pecadores por justos" ¡Si, leyeron bien! no es falta de cohesión de quien escribe.
En vista, de que, vivimos en una sociedad en la que es difícil distinguir entre el papel que adopta el protagonista y el antagonista, en una sociedad que resuelve todo con la muerte y el diálogo, queda en la banca de suplentes.
En una sociedad que su ADN es la opresión en lugar del amor; en la que, para ser un legítimo ladrón, el único requisito es formar parte del engranaje principal de los de cuello blanco del gobierno.
Reitero, no es falta de "cohesión" de quien escribe. Considerando, que, al parecer en esta sociedad, los pintores disparan con el pincel y los del Esmad, pintan sobre lienzo con el óleo que simula la sangre de los inocentes. En la que los poetas escriben con balas y los policías fusilan con poesías. En la, que la, supuesta "gente de bien" teje la paz y los esclavos llamados "vándalos" tejemos la violencia.
En la que los peces gordos nadan entre las nubes del cielo y las aves de rapiña, abren sus alas en las profundidades del océano. En la que la primavera florece en el desierto y la sal mineral proviene de la caña de azúcar. En la que las miradas hablan y los besos se dan con el alma.
En la que las estrellas no pertenecen al firmamento sino a los estereotipos.
En la que la mentira es el pan de cada día. En este punto, ¡Que cada quien juzgue!
Thiago Bettin