El modelo de bancaseguros-alianzas entre instituciones financieras y compañías de seguros para la distribución masiva de productos de seguros ha tenido una evolución muy importante en los últimos años al interior de las instituciones financieras en Colombia. Cada día crece el interés de las organizaciones por robustecer su oferta de valor y entregar en un solo lugar diferentes productos tanto de la banca como de las aseguradoras que permitan satisfacer las necesidades de los clientes.

Este modelo como muchos otros han afrontado una prueba de fuego con la llegada del covid-19, tal vez el siniestro más grande para la industria de seguros en las últimas décadas, con un costo estimado de $2,1 billones, según cifras de Fasecolda, y más de 128.000 colombianos fallecidos a corte del mes de noviembre 2021 a causa de esta enfermedad.

La pandemia ha generado grandes impactos en los clientes de las microfinanzas con el fallecimiento de muchos microempresarios cabeza de familia, quienes eran los encargados de llevar el sustento a sus hogares. Para el caso de otros trabajadores independientes, el covid-19, el confinamiento y el más reciente paro nacional significaron grandes dificultades para llevar a cabo su actividad productiva, la reducción significativa de sus ingresos, poco acceso a materias primas y a la comercialización de sus productos, falta de acceso oportuno a servicios de salud de primera línea, en muchos casos por su ubicación geográfica o limitaciones de los servicios preventivos por su régimen de salud.

En situaciones de estas magnitudes es cuando se evidencia con mayor profundidad el poder que tienen los productos de seguros en la vida de nuestros microempresarios y las bondades que el modelo de bancaseguros les aporta, contribuyendo al crecimiento de una cultura de protección en las personas independientes, que al final han dado una mano importante en estos momentos difíciles para los microempresarios.

Esta alianza entre la banca y el sector asegurador tiene como premisa fundamental entregar soluciones de protección adaptadas a las necesidades de los diferentes segmentos de clientes, así como funcionales para su momento de vida. Es un modelo gana-gana para toda la ecuación: los clientes pueden adquirir productos de primera línea respaldados por las mejores compañías de seguros a los mejores precios del mercado y con la facilidad de generar el pago de la prima sobre cualquiera de sus productos financieros; las aseguradoras amplían su red de distribución, mejoran los niveles de recaudo de primas y mejoran sus modelos predictivos frente a las reclamaciones; y por su parte, las instituciones financieras robustecen su oferta de valor y de fidelización con sus clientes.

*Gerente de Seguros del Banco W S.A.