Cuando abrí el nuevo libro de Juan Carlos Echeverry Salvar a Ecopetrol me esperaba una crónica de su paso por el gigante estatal. Encontré mucho más. Algo de filosofía, de historia, teoría de liderazgo, perfiles, y ensayos de política pública. Es un libro cargado de sabiduría e hilado hábilmente que sin perder sustancia se lee liviano. ¡Chapó!

Recomiendo su lectura por placer y la encarezco por su trascendencia. Una buena parte de nuestra prosperidad nacional ha estado y seguirá ligada al desempeño de Ecopetrol. Más nos vale entender y proteger los factores que auguran su éxito. Como menciona el autor, a Ecopetrol hay que salvarla con frecuencia.

Imagínense la angustia de gerenciar una organización cuyo precio de venta se desploma 75% súbitamente y cuyo principal proyecto, Reficar, está años atrasado y costando el doble de lo pensado. Que la luz al final de la crisis sea tan tenue que uno no sabe si se acerca o se aleja. Para un empresario curtido en crisis como lo es Echeverry, esta coyuntura lo pone “tensito bacano” pues ante problemas grandes y peludos aplica disciplina y método.

Los pilares que nos enseña Echeverry en su método son: foco, cultura, talento y disciplina de capital. El foco es lo que se prioriza. El que tenga más de una prioridad no tiene ninguna. Cultura, es cómo se hacen las cosas. Mantener una cultura explicita de excelencia, integridad, colaboración y creatividad requiere un esfuerzo constante. Talento, es quienes hacen las cosas. Echeverry reclutó a un equipo de clase mundial con María Fernanda Suárez, Felipe Bayón, Pedro Manrique, María Juliana Albán y Héctor Monsalve, por nombrar a algunos. Gente excepcional. Colombia se merece al mejor equipo al frente de Ecopetrol. Disciplina de capital, es que cada peso que se invierta sea en su uso más productivo. Para Ecopetrol esto es especialmente importante pues un peso mal gastado es 0.8849 pesos que la nación deja de invertir en su presupuesto. Echeverry y su equipo demostraron que no hay inversión más productiva que la gestión de la ética, que invertir en gente paga, y que un proceso riguroso de asignación de capital es fundamental para crear valor.

El cómo Ecopetrol pilotee estás próximas décadas de transición energética va a ser crítico para nuestro bienestar. Puede implicar la diferencia entre una empresa boyante que genere los recursos para que Colombia pueda aspirar al desarrollo pleno, o un lastre que nos frene. Procuremos que sea con la asertividad que nos enseña el autor.