Me gustó el primer partido de Junior. Más allá del resultado, y a pesar de la falta de claridad en el último cuarto de cancha, en gran parte del primer tiempo, intentó ser un equipo intenso, dinámico y agresivo para atacar y para recuperar el balón. No lo consiguió todo el tiempo, porque es imposible imponer ese ritmo permanentemente, pero partió con esa idea y la logró desarrollar durante buena parte de los 90 minutos.

Los ‘Tiburones’ procuraban recuperar rápido el balón, en la zona que lo perdían y con los hombres más cercanos. No importaba, por ejemplo, que Dany Rosero o Wálmer Pacheco estuvieran lejos de su posición, la misión era ir inmediatamente y a toda costa por la pelota. A sus compañeros les correspondía hacer el respectivo relevo.

Con esa presión en el área rival, se presentaron varias opciones de gol y la tercera anotación. Borja apretó un poco a Luis Hurtado y el arquero rechazó muy mal. Cetré ganó la bola y la cedió para el goleador cordobés, que la estrelló contra el travesaño. El rebote lo tomó ‘Cariaco’ y gol de cabeza.

Yesus Cabrera, figura del partido, fue vital para ejercer la presión y, sobre todo, para darle buen manejo al balón. El cartagenero asumió de buena forma el rol de interior para distribuir y elaborar jugadas ofensivas. Siempre estuvo pidiendo el balón y tratando de construir y profundizar.

Ese compromiso colectivo para tratar de retomar el esférico y para invadir territorio rival, fue lo más destacado en esta primera impresión del equipo dirigido por Juan Cruz Real. No se vio frío, lento o predecible. Se mantuvo despierto y activo la mayor parte del tiempo, aunque comenzó perdiendo (tras un fallido rechazo de Dany Rosero) y Patriotas puso a trabajar a Viera un par de veces en el segundo tiempo. Los jugadores adversarios no son conos. Por eso ante un oponente de más peso no se deben conceder ventajas.

Hay muchas cosas por mejorar, explorar, probar, trabajar y pulir. Obviamente que no es tiempo de lanzar campanas al vuelo. Ni hay por qué hacerlo. Esto apenas empieza y el cuadro tunjano no es el rival más exigente. Eso se encuentra súper claro.

Pero para comenzar, está muy bien. Eso sí, esperamos que la intensidad, compromiso, solidaridad, agresividad, dinámica y despliegue físico no sean flor de un día ni solo el entusiasmo del debut y el deseo de agradar al nuevo entrenador. El vigor, la lucha, la entrega y toda esa presión que se apreció el sábado anterior tienen que aparecer el miércoles contra Nacional (un rival mucho más potente) y ser la constante en Junior.