Así como lo hacen diferentes lectores de mis columnas, mi buen amigo Jaime Lustgarten regularmente me envía comentarios acerca de estas, y también sugerencias de temas que podrían ser de beneficio para nuestra ciudad. Recientemente me envió una que considero vale la pena ponerla a consideración de las autoridades locales, y es la de analizar la viabilidad de aprovechar la corriente del Magdalena para desarrollar una planta hidroeléctrica generada por la corriente del río, en vez de las tradicionales que requieren de grandes embalses de muy costosa infraestructura y casas de máquinas más complejas aún, con turbinas movidas por la corriente encauzada por un túnel construido para generar velocidad y potencia. Vale la pena analizar esta propuesta porque sí existen equipos para generar este tipo de energía, y porque debemos explorar todas las alternativas posibles para bajar los costos de la tarifa de luz a barranquilleros y atlanticenses.

Pensando en esta propuesta, siempre empleando el sentido común y analizando cómo aprovechan en los países desarrollados los recursos naturales y las obras civiles obsoletas para generar proyectos y riqueza, sería interesante aprovechar la actual infraestructura en los dos extremos del viejo puente Pumarejo que no serán demolidos, ya que solo se dejará despejado el centro para un canal navegable, y utilizar sus fuertes columnas actuales como elementos de sujeción de turbinas generadoras de energía aprovechando la fuerte corriente que pasa por entre estas columnas, así como aprovechar también sus dos extremos superiores de lo que fue la calzada vehicular, para construir sobre estos la infraestructura con los equipos de lo que sería la gran planta generadora “Hidro-Río Barranquilla”.

Lo primero sería investigar acerca de empresas con experiencia en esta clase de proyectos, eventualmente hoy a menor escala, pero con capacidad de diseñar uno de mayor envergadura, y quizás la ingeniería local y nacional podría aportar mucho con talento propio, luego estimar los costos de esta infraestructura, la capacidad de generación eléctrica y el costo de producción por kilovatio/hora, para establecer la viabilidad del proyecto.

No soy experto en la materia, por lo tanto esta es tan solo una idea que considero viable, generada por la sugerencia de un amable lector. Profesionales en este campo podrían apoyar la propuesta, o descartarla de plano por inviable. Pero ahí la dejo para poner a pensar acerca de alternativas necesarias ante las elevadas tarifas de energía de Air-e, que nos están desangrando y restando competitividad a nuestra ciudad y departamento. Quizás sea hoy más atractivo este tipo de proyecto que el propuesto para darle a esos dos extremos del puente un uso turístico y recreativo. O combinar ambos.