Con la disminución de casi un 50% del peaje por la llamada “Circunvalación de la Prosperidad” que ya muchos conductores conocen, supongo que se incrementará muchísimo el tráfico por esa magnífica autopista a la que solo le falta un muy corto tramo en el sector de La Playa para unir a la Vía 40 en el sector de Las Flores con la Oriental en Sabanagrande. Muchos se quejaban, y con razón, del elevado valor de ese peaje compuesto por dos puntos de recaudo, uno entre Juan Mina y Galapa, y el otro entre Galapa y la carretera Oriental, así que igual costaba tomar todo el recorrido que la mitad, o aún menos. Su valor de $13.000 impedía que muchos conductores la utilizaran, entre otros destinos, el del aeropuerto Ernesto Cortissoz, y los conductores de taxis la consideraban prohibitiva. Pero con un peaje de $6.700, muy seguramente se convertirá en una alternativa muy utilizada por las óptimas características de esa autopista. Esperamos que ahora que se le incrementará el tráfico, no se la tiren con cámaras de foto-multas con velocidades ridículas que perjudicarían a usuarios y al concesionario.
Para quienes no conocen bien esta nueva Circunvalación, con una longitud de 16.8 kilómetros, les comento que a la misma se puede acceder desde la Vía 40, Villa Campestre, el Corredor Universitario, la Autopista al Mar, la vía de Juan Mina a Tubará, la Cordialidad en Galapa, el cruce de Caracolí y la carretera Oriental antes de Sabanagrande, y cuando se cancela el peaje en uno de los dos puntos de recaudo, al igual que sucede con la vía Cartagena – Barranquilla en el peaje de Papiros, al que también se le rebajó el valor en un 50%, se entrega un desprendible en el otro punto de recaudo, así que no hay que pagar en los dos.
Para ir al aeropuerto por dicha Circunvalación desde el norte de la ciudad, sea desde la Vía 40, Villa Campestre o la carrera 46, se atraviesan las carreteras a Tubará y la Cordialidad, y más adelante, unos 300 metros después del cruce de la vía a Caracolí – Malambo, que no cuenta con paso a desnivel, se encuentra un “retorno” en el separador central por el que se regresa para tomar esa vía hacia Malambo y con esto se recorta un tramo importante.
El Departamento del Atlántico ha incrementado su red vial, llegando a todos los municipios y casi a la totalidad de los corregimientos, vías que se encuentran en buen estado de conservación, pero una de las carreteras departamentales más transitadas es la variante Cordialidad – Caracolí – Sexta Entrada (prolongación de Murillo) – Malambo, y es hoy una de las más deterioradas. Ahora, con la rebaja del peaje de la nueva Circunvalación, muy seguramente se incrementará aún más el tráfico en ese tramo, el de Caracolí a Malambo (calle 30 – carretera Oriental). Por la razón anterior, se hace necesario que la Gobernación le haga un rediseño con el que la amplíe y embellezca, con bermas que no tiene, y con el municipio de Malambo remodelen la hoy caótica intersección de esa vía con la carretera Oriental, organizando a los moto-taxistas que complican el tráfico en ese cruce.
Lo que quedaría faltando para optimizar la vía al aeropuerto, sea yendo por la calle 30, por cualquiera de las dos Circunvalaciones, o por la avenida paralela que construye la Gobernación hasta la Virgencita, es un acceso y salida con desnivel desde su terminal de pasajeros, porque el actual acceso sin semáforo en sentido Malambo - aeropuerto es peligrosísimo, y el de salida, hoy semaforizado, no está a la altura de una ciudad como Barranquilla. ¡Y para los Panamericanos, menos!
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