En los últimos días he escuchado esta frase: “las hidroeléctricas están botando agua”. Y nada está más alejado de la realidad de estas centrales de generación. Las hidroeléctricas no están botando agua ni especulando con el uso del agua.

Cuando algunos hablan de “botar agua”, hacen referencia a los vertimientos, los cuales representan el agua que se deja pasar de las presas cuando llueve más de lo esperado o por razones técnicas no puede ser usada. Lo primero que quiero señalar es que esto es indeseable para los generadores, pues es agua que no se usa para generar energía y, por lo tanto, venderla.

Frente a la situación reciente, es importante explicar que estos vertimientos se realizan de manera aislada y que obedecen al incremento en las lluvias que se triplicaron en las últimas dos semanas, pasando de 43% a 122% frente al promedio, y a normas ambientales que exigen a estas generadoras a mantener el caudal ambiental y, así, operar de manera responsable.

Dicho esto, es de gran relevancia aclarar que el precio de la energía en la bolsa no se incrementó por estos vertimientos y, por lo contrario, este valor bajó durante estos eventos ya que, gracias a la composición de nuestra matriz eléctrica, el precio se reduce cuando hay abundancia de agua.

Pero, además, es clave entender que el sector eléctrico es altamente regulado y supervisado por las entidades competentes. La regulación establece de manera clara los elementos que deben considerar las empresas para realizar sus ofertas en bolsa, donde incluyen aspectos como costos de combustibles, de operación y mantenimiento, y la percepción de riesgo. Este último elemento debe argumentarse y documentarse muy bien por los agentes porque la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios lo vigila rigurosamente.

Con esto podemos concluir que las hidroeléctricas NO están “botando agua”. ¿Por qué? Porque no especulan con el uso del agua, no les conviene comercialmente verter y, además, son responsables de garantizar la confiabilidad del servicio. Los vertimientos que han ocurrido son marginales y ocurren por asuntos operativos. Tampoco están incrementando los precios de bolsa, pues los vertimientos aislados ocurren cuando hay lluvia en abundancia, lo cual además reduce el precio de bolsa.

En ese sentido, invito a todos los actores del sector e interesados en este a informarse muy bien antes de hacer afirmaciones incompletas, además de ser responsables con la información que emiten, relacionada con el funcionamiento del sector eléctrico que ha generado confianza en los últimos 30 años.

Asimismo, quiero recordar que este es un sector comprometido con la gestión óptima de los recursos y con seguir garantizando la confiabilidad del sistema, como ha ocurrido en las últimas tres décadas, más aún cuando empezamos a experimentar los efectos de un Fenómeno de El Niño que no sabemos ni cuánto va a durar ni qué tan fuerte va a ser.

*Presidente ejecutiva de Acolgen