En agosto de 2021 en Barranquilla se aprobó una exención tributaria por 10 años a pensionados que hicieran la compra de su primera vivienda en la ciudad y la establecieran como lugar de residencia permanente. El soporte de este beneficio radicaba en destacar el resto de las amenidades que la ciudad le puede otorgar a los pensionados para el disfrute pleno de esta etapa de su vida.

En primer lugar, Barranquilla cuenta con una adecuada cobertura de aseguramiento en salud, una variedad de especialistas médicos, una suficiente provisión de camas hospitalarias, pertinente infraestructura física de atención, y clínicas de alta complejidad, lo que ha potencializado a la ciudad como destino predilecto de atención en salud a nivel regional.

Así mismo, otro de los atractivos para los pensionados se encuentra en el costo de vida, que posiciona a Barranquilla relativamente bien respecto a otras ciudades del país, como Bogotá, Bucaramanga o Medellín, que mantienen un costo más alto por persona para la satisfacción de las necesidades básicas de gasto.

Adicionalmente, el Distrito viene reavivando varios espacios públicos en la ciudad que le han devuelto lugares de recreación, deporte, convivencia y esparcimiento, con su política de intervención de parques que acumula más de 280 unidades intervenidas desde 2011.

Un balance de la medida de exención tributaria cumplidos los dos años desde su anuncio resulta con cerca de 100 aplicaciones del beneficio, lo que nos permite reflexionar sobre varias oportunidades de mejora para posicionar a Barranquilla como el lugar predilecto de los pensionados.

Desde el frente comunicacional se debe expandir con mayor profundidad y oportunidad la noticia en prensa nacional y extranjera a través de los canales de comunicación más utilizados por las personas de este rango de edad.

Lo anterior también se debe complementar con otra serie de beneficios como descuentos en las entradas a eventos deportivos, cines, y teatros; tarifas preferenciales en el sistema de transporte público, programas de vinculación estudiantil o profesoral con instituciones educativas locales, cupones de descuento para restaurantes, gimnasios, entre otros establecimientos de comercio.

Finalmente, también desde la oferta se deben unir esfuerzos con desarrolladores inmobiliarios que le apuesten a la creación de proyectos dirigidos a este público que tengan servicios de asistencia médica y entretenimiento, considerando que para 2053 se espera que por cada 100 personas 25 de éstas sean mayores de 62 años.