El título de esta columna no es ninguna novedad. Tampoco lo es que Estados Unidos ya no ejerce su liderazgo casi omnipresente en la esfera diplomática occidental. Actores estatales han recuperado la voz que perdieron tras las grandes guerras. Joe Biden es uno más en el tablero internacional, uno muy importante, pero ya no el "líder del mundo libre" como se autodenominaban sus predecesores.

Los demás Estados de manera juiciosa han diseñado y aplicado estrategias diplomáticas de largo aliento que empiezan a dar sus frutos. A modo de chiste escuchaba hace poco a un reconocido analista político decir que "China ha recibido en lo que va del año a casi toda la Unión Europea en Beijing". Y es que es así, a pesar de las tensiones que pudieron originarse por la visita de Xi Jinping a Rusia, los mandatarios europeos siguen acudiendo a encuentros en Pekín con normalidad. Comercialmente los lazos son cada vez más sólidos.

Ursula Von der Leyen presidenta de la Unión Europea visitó al gigante oriental acompañada de Emanuel Macron, presidente de Francia. Si bien repitieron incesantemente que los une una sociedad de tipo económico, las imágenes hablan por sí solas, dos de los personajes políticos más poderosos de occidente, van a China y cumplen agenda diplomática.

Es interesante observar este nuevo mundo, muy diferente al que estábamos acostumbrados. Xi Jinping se da el lujo de ir a Moscú a reunirse con Vladimir Putin y tan solo días después recibe en casa a la jefa máxima de la UE. Entre todos se legitiman y respetan, es una realidad.

Y es que, aunque desde Europa se anhela reducir la dependencia comercial con los chinos, esto resulta virtualmente imposible debido a lo que representa dicho mercado tanto en importaciones como exportaciones. Mientras Xi Jinping tenga liderazgo económico mundial…continuará teniendo presencia política internacional; parece una obviedad, pero a muchos les ha costado aceptarlo.

Las palabras mencionadas por Von der Leyen en Pekín, resumen mejor el actual momento que esta columna en sí misma: “Nuestra relación con China es una de las más complejas e importantes del mundo. Y la forma en que la gestionemos será un factor determinante para nuestra futura prosperidad económica y seguridad nacional.”.

Xi Jinping habla de tu a tu con Putin, y lo hace también con Macron. Un escenario que hace una década era difícil de imaginar, y más sin observar constantemente a Estados Unidos en escena. En definitiva, el Orden Mundial ha cambiado.