Formo parte de una generación que creció sin la fortuna de hacerlo en una cultura de reciclaje. No nos enseñaron sobre su importancia para cuidar nuestro medio ambiente y los impactos positivos a nivel ambiental, social y económico que reciclar genera. No teníamos claro cuál era nuestro Rol para contribuir en un proceso que hoy sé, es necesario para la recuperación y el mantenimiento del planeta. Con el paso de los años se prendieron las alarmas. Llegaron a la conversación temas como sostenibilidad, responsabilidad social, cuidado del medio ambiente y economía circular.
A nivel mundial se producen más de 2.100 millones de toneladas de materiales cada año y se recicla un 16% (323 millones de toneladas); algunos expertos calculan que se producirán hasta 3.400 millones en el año 2050 y que habrá 12.000 millones de toneladas de solo desechos plásticos en entornos naturales del mundo que, con las acciones correctas, podrían ser recicladas en las plantas transformadoras. ¡Un gran sueño!
En Colombia, donde se generan cerca de 12 millones de toneladas de residuos al año solo se recicla un 17% en promedio. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en Bogotá se producen 6.300 toneladas de residuos al día y se aprovecha solo el 15%. En 2015 el Banco Mundial predijo en un estudio que, de continuar los patrones insostenibles existentes, en el año 2030 tendríamos “emergencias sanitarias en la mayoría de ciudades del país y una alta generación de emisiones de gases de efecto invernadero”.
Sin embargo, pese a los esfuerzos públicos y privados, el 78 % de los colombianos no separa sus residuos debido a que no todos somos conscientes de ese Rol tan importante que jugamos dentro de la cadena de reciclaje y de los impactos negativos que genera en la naturaleza y el medio ambiente cuando no lo hacemos.
Es el momento, como consumidores, de asumir que formamos parte de la solución, que tenemos una responsabilidad y esa es la de asegurarnos que el material utilizado por nosotros a partir de un consumo responsable llegue al lugar correcto. Se aduce como principal causa la falta de cumplir en la fuente (Hogares y Empresas) con los principios del reciclaje: Limpiar, secar y separar. Esto facilita la labor en las etapas siguientes. Es momento de actuar y dejar de pensar que somos externos al cambio climático y sus efectos.
Dentro de la cadena, cada eslabón cuenta: Consumidores, Transportadores, Recuperadores, Adecuadores (Pre transformación), Almacenadores, Transformadores, Productores de Reutilización; perseguimos un mismo objetivo: Junto al gobierno, las empresas y las ONGs vinculadas tenemos el propósito común de aumentar las tasas de reciclaje en el país.
En Recicla Latam buscamos que cada actor pueda descubrir y reconocer ese rol que juega a partir de acciones que generen valor compartido. Tenemos el reto de subir los indicadores. Mientras países como Australia y Alemania alcanzan hoy índices de reciclaje del 63% y el 62% respectivamente y, según ONU Habitat, más de 200 ciudades han aumentado sus tasas de reciclaje del 40 % a 80% empleando estrategias como la integración de los recicladores locales, en Latinoamérica solo reciclamos el 4.5% de los desechos, mientras el promedio mundial alcanza el 13.5%.
Trabajamos en la ejecución de actividades que contribuyan a hacer del reciclaje un hábito. Capitulo central tiene las alianzas con importantes firmas para la instalación de contenedores en lugares estratégicos que faciliten el depósito de botellas PET, cajas de Tetra pack, etc.
En este punto, la facilidad para el depósito de los residuos reciclables radica el éxito obtenido por países como Suiza, donde el reciclaje llega al 100%. ¿Cómo lo han logrado? Reciclaje obligatorio y facilidades y beneficios para la población que encuentra a su paso contenedores clasificados gracias a los cuales hoy reciclan el 93% del vidrío, el 91% de latas y el 83% de botellas plásticas. Un mensaje claro para nuestros gobiernos.
En Recicla Latam tenemos un calendario de actividades para mejorar nuestros indicadores; de esta manera contribuimos a la aceleración de la economía en nuestro país para convertirla en circular porque, a partir de conectarnos entre todos, al final generaremos valor compartido, que cierre el ciclo y cumpla las metas de la economía circular.
Cuando cada uno asuma su función y responsabilidad, las tasas de reciclaje podrán aumentar, miles de familias de Recicladores de oficio se beneficiarán con la recolección del material, las empresas serán más sostenibles al brindarle a sus consumidores productos hechos con material reciclado que disminuya la explotación de recursos. Los ciudadanos del mundo tendremos que hacer un consumo responsable, pero también asegurar la separación de materiales, apostándole al cuidado y la protección de nuestros Ecosistemas.
* Directora Ejecutiva en Colombia de la Fundación Recicla Latam