En nuestra ciudad, la brisa del Caribe se mezcla con la magia del realismo, creando un espacio único que ha cautivado no solo nuestros corazones, sino también el reconocimiento a nivel nacional. El Parque del Realismo Mágico, es más que un lugar, es un tesoro cultural que merece ser celebrado y apreciado por todos nosotros.

Este proyecto, resultado de la colaboración entre el Grupo Argos y el Distrito de Barranquilla, se alza como un ejemplo sobresaliente de arquitectura sostenible. Recientemente, fue honrado con el prestigioso premio a la Excelencia en la Arquitectura Sostenible. Este logro no solo refleja la calidad constructiva y el diseño arquitectónico excepcionales, sino también el compromiso con la innovación y el impacto positivo en nuestro entorno.

Sin embargo, el verdadero valor de este parque no reside únicamente en sus estructuras. Es un espacio que ha cobrado vida gracias a la dedicación de distintos actores, cuyo compromiso con la comunidad ha permitido hacer de este, un espacio valioso para la sana convivencia y el disfrute de las familias. Desde la CLENA, tuvimos la oportunidad de ser uno de esos actores durante el proceso de activación cultural y nuestro propósito fue conectar con la esencia de Barranquilla y fomentar la interacción entre sus habitantes. Lo logramos.

Nos sentimos honrados de haber tenido la oportunidad de involucrarnos directamente con las unidades residenciales del sector y ser testigos de la percepción de los vecinos, donde el 80% de ellos no pudo identificar otro parque en nuestra ciudad con una riqueza cultural similar. Esto nos habla de la singularidad de este espacio.

La intervención artística en los 12 lienzos del sendero del arte, a cargo del talentoso artista Alex De La Torre, fue un testimonio de nuestro compromiso con la diversidad y la naturaleza. Sus obras, que destacan la belleza de nuestras flores y árboles, nos recuerdan la importancia de preservar nuestro entorno. Además, hemos llevado a cabo diversas actividades de lectura y representaciones artísticas en el parque. Desde lecturas en voz alta hasta talleres de pintura, pasando por presentaciones teatrales y musicales, hemos creado un ambiente donde la creatividad y la imaginación florecen.

Este parque, más allá de ser un espacio físico, se ha convertido en un corazón palpitante de cultura y comunidad. En un mundo donde la prisa y la desconexión a menudo nos consumen, lugares como este son esenciales. Fomentan la sana convivencia, el aprendizaje y la diversión, todo en un solo lugar. El Parque del Realismo Mágico merece ser celebrado como un testimonio de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos para construir algo hermoso y significativo. Es mi esperanza que continúe siendo un faro de cultura y unión en Barranquilla, inspirando a otras ciudades a invertir en espacios similares para el enriquecimiento de sus comunidades. Nuestra ciudad se enorgullece de este tesoro cultural, y juntos, construiremos un futuro aún más brillante para él.