Imagino la desazón a ratos del técnico Carlos Queiroz para poder confeccionar la nómina que enfrentará a Uruguay y a Ecuador. La tarde del domingo, la Federación entregó la lista de los 24 convocados a través de un ingenioso video donde niños nuestros entregaban los nombres y le dirigían voces de apoyo a los jugadores, pero antes de ello pasaron cosas inesperadas.

La lesión de Falcao, las llamadas a Turquía, los diálogos con el jugador y el cuerpo médico del Galatasaray.

La noche entera esperando el resultado del día siguiente y la confirmación de la lesión.

Surgió el nombre de Rafael Santos Borré para llenar el cupo de Falcao.

No pasó mucho tiempo para que cayera la otra noticia. Borré había sido aislado porque su suegra resultó positiva para Covid. Se hicieron las cuentas, llamadas al jugador, al cuerpo médico de River Plate. Después se confirmó que Borré estaba infectado.

Se pensó en John Córdoba que ya había venido a los dos primeros partidos. Justo comenzaba el juego entre su equipo, el Hertha Berlín y el Augsburgo.

Casi al terminar el primer tiempo, Córdoba salió lesionado. Y corran otra vez. Llamadas a Córdoba, al cuerpo médico alemán y a esperar. La noticia llegó cargada de malaya sea. Córdoba se había roto los ligamentos de su tobillo izquierdo.

Después de todo ello, apareció el nombre del samario Luis Suárez a quien, igual que a todos, se le hace un seguimiento permanente. Me acordé de “al que le van a dar, le guardan”. Lo mismo al niño que fue grabado a última hora.

El sábado por la noche llegó el cuarto bombazo. Camilo Vargas tenía Covid.

Se le hizo una prueba y salió positivo. Quedó en aislamiento. Más llamadas, preguntas a los médicos del club mexicano. Que había que esperar otra prueba y la llamada llegó. Camilo Vargas si podía venir. La segunda muestra dio negativa.

Y una ñapa maravillosa. Davinson Sánchez será padre por primera vez. Por eso no vino en el chárter, pero aceptó hacerlo después del nacimiento. Sería bueno saber cómo lo convenció Queiroz porque informó que no podía venir.

Es un sacrificio y un gesto que lo enaltece. El video de los niños fue un bálsamo para tanto acelere y el mismo resume el llamado desde el lado amable de los acontecimientos. Es que pasaron cosas inesperadas. Y una tras otra. Pero vamos Colombia que, de aquí en más, todo será ganancia…